Yu Xi pensó para sí mismo, incluso si Jian Yiling no hacía nada, su cuenta bajaría el emparejamiento general del juego. Como resultado, los oponentes con los que eran emparejados resultarían más fáciles de manejar.
Aunque él no era increíble en el juego, podía hacer su parte.
Y lo demás, solo podía dejárselo al Maestro Sheng.
Con su dinámica de equipo actual, Yu Xi creía que había esperanza para que él ganara elo.
Jian Yiling no respondió a Yu Xi. En lugar de eso, se puso los auriculares y se preparó para el juego.
Después de encontrar un juego, el juego oficialmente comenzó.
Tan pronto como comenzó el juego, Jian Yiling y Zhai Yunsheng se lanzaron al frente.
—Yiling, sígueme. No sigas al Maestro Sheng. ¡Es peligroso allí! —Yu Xi no pudo evitar advertirle a Jian Yiling. La llamó para que volviera.
¡Ay, ¿por qué jugaba así el Maestro Sheng...? ¡Había una chica en su equipo!
