Fu Xiuyuan dejaba su aire arrogante a un lado cuando estaba con Shi Jin y su expresión se volvía usualmente tierna.
Shi Jin no pudo evitar mirarlo. Todo el mundo aprecia la belleza, e incluso Shi Jin no era inmune a la buena presencia de Fu Xiuyuan.
—Xiuyuan, ¿tu hermana mayor sigue presentándote mujeres? —preguntó Shi Jin enseguida.
—Nunca. —Fu Xiuyuan frunció el ceño—. ¿Qué dijo?
—Nada en especial. Solo pienso que eres tan guapo que la gente debe estar presentándote posibles novias todo el tiempo.
Fu Xiuyuan entrecerró los ojos antes de decir con voz ronca, —Sra. Fu, ¿has olvidado que ya estamos casados?
Shi Jin rió en silencio.
Ajá. Ella y Fu Xiuyuan ya estaban casados. ¿Qué sentido tenía presentarle mujeres?
Desde que había renacido, mantenía una actitud fría y distante hacia los demás. Solo era alegre y vivaz frente a Fu Xiuyuan y hasta le decía cositas dulces.