Fu Xiuyuan rodeó con firmeza su cintura con sus poderosos brazos mientras sostenía su fina cintura apretadamente y presionaba su cabeza contra su pecho con una mano. Abrazaba a Shi Jin con pasión y ternura como si fuera un tesoro frágil.
Shi Jin podía oír claramente su latido mientras yacía en sus brazos. Él también temblaba ligeramente. Después de conocer la verdad, se dio cuenta de que casi la malinterpreta y la acusa de deslealtad. Si lo hubiera hecho, la habría perdido.
Shi Jin se dio cuenta de que él debió haber visto su cuaderno y finalmente conoció todos sus esfuerzos. Eso significaba que esta subasta se reducía a nada más que un episodio menor.
Fu Xiuyuan probablemente dejaría de dudar de ella por completo desde ahora.
—Xiuyuan, ¿puedes dejarme ir? No puedo respirar —dijo Shi Jin suavemente mientras yacía en los brazos de Fu Xiuyuan.