—¡Era un bisturí!
Qin Sinian se giró rápidamente y apretó la mano de Fu Heyan con fuerza.
La sangre brotaba. Nadie sabía si era la sangre de Qin Sinian o la de Fu Heyan.
—¡Déjame ir! ¡Déjame ir en este instante! —gritó Fu Heyan.
Fu Xiuyuan avanzó para separar a Qin Sinian y a Fu Heyan y tomó el bisturí.
Esta vez, Qin Sinian resultó herido. Afortunadamente, las heridas no eran especialmente profundas aunque hubo mucha pérdida de sangre.
—¡Fu Heyan, basta ya! —Fu Xiuyuan reprimió su voz y llamó a su hermana mayor por su nombre completo.
Fu Heyan sollozó. —Estoy prácticamente incapacitada. ¿Para qué quiero seguir viviendo?
Ella siempre fue una mujer optimista e hizo lo posible por mantenerse positiva y tranquila. Sin embargo, las personas a menudo colapsan después de oír demasiadas falsas esperanzas.
Fu Xiuyuan y Qin Sinian se situaron en cada lado de la cama en silencio.
¿Qué más podrían hacer cuando incluso Richard dijo que era inútil?
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!
