—Joven Maestro —Al ver que Sima You Yue llegaba montada en Pequeño Rugido, el Mayordomo suspiró aliviado mientras las personas que estaban a su lado se inclinaban.
Al menos su Joven Maestro todavía estaba bien después de haber estado aquí unos meses.
—Tío Fu, ¿has estado esperando aquí mucho tiempo? —Sima You Yue bajó del cuerpo de Pequeño Rugido y ayudó al Mayordomo a levantarse.
—No, acabo de llegar también —respondió el Mayordomo, en realidad, había estado esperándola aquí por unos días.
—Mm, ¿has traído las cestas que te pedí que prepararas? —preguntó Sima You Yue.
—Las he traído —El Mayordomo pensó un momento, ya que un poco más de un centenar de cestas llegaron al pie de la montaña—. Joven Maestro, anteriormente nos enviaste algunas Bestias Espíritu de rango bajo. ¿Por qué necesitas tantas cestas?