Sima You Yue tomó los libros y sintió que esos dos libros abrirían un mundo completamente nuevo y emocionante para ella.
—Estos libros de Conjuros son extremadamente raros en este mundo, así que definitivamente tienes que cuidarlos bien —Feng Zhi Xing le recordó una vez más.
—Lo haré, Maestro —Sima You Yue asintió con la cabeza gravemente mientras colocaba el libro en la Perla Espiritual.
—De ahora en adelante, busca tiempo para dedicar dos días a la semana a venir aquí y te impartiré algo de información sobre los Conjuros. Deberías volver ahora a leer estos dos libros y venir a preguntarme sobre cualquier cosa que no entiendas —dijo Feng Zhi Xing.
—De acuerdo.
—Ya que te he aceptado como mi discípula, tienes que aprender bien y no avergonzar a tu Maestro. ¿Entiendes? —dijo Feng Zhi Xing gravemente.
—Sí, Maestro.
