—Quinto Joven Maestro, ¿cómo lo supo? —El mayordomo miró a Sima You Yue con asombro. Ese incidente involucrando al Clan Nalan era un secreto para los ajenos. Si no fuera por el hecho de que estuvieran constantemente observando la situación en el Clan Nalan, ellos tampoco lo habrían sabido.
—Sin embargo, ¿el Quinto Joven Maestro acababa de regresar a la capital, verdad? ¿Cómo lo supo?
—Tos tos, solo adiviné al azar —dijo Sima You Yue—. Si no, el Gran Ancestro del Clan Nalan no vendría a nuestra casa.
—Escuchamos que Nalan He se había lesionado cuando fue a la Cordillera Pu Luo. Cuando regresó, cerró sus puertas y se negó a salir. Solo unos pocos guardias que fueron con él sobrevivieron y regresaron. Tampoco sabemos con qué se encontraron —el mayordomo suspiró, pero su tono no contenía una pequeña cantidad de alegría.
—Cuando escuchó esta noticia, el corazón de Sima You Yue saltó de alegría. ¡Lo sabía! ¿Cómo podría haber calculado mal?