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Ella suspiró sin remedio y tomó las cosas de sus manos.
—Lo haré yo.
Luego comenzó a ocuparse. Aunque Fu Qiyuan no sabía cocinar, aún podía lavar verduras.
En la espaciosa cocina, los dos cooperaban tácitamente, su coordinación fluida se asemejaba a la de una pareja mayor que había vivido junta durante muchos años.
Pronto, todo estaba preparado.
—Está listo.
Su Ran salió con un plato de frutas.
Su delicado rostro mostraba un atisbo de placer.
—¿Te gusta?
Su Ran asintió.
Se dice que comer hot pot solo es la forma más extrema de soledad.
Sin embargo, más aterrador que comer hot pot solo es…
Ir al hospital solo.
Sin embargo, ella se había acostumbrado.
Ya sea comer hot pot sola o ir al hospital por su cuenta.
De hecho, a veces disfrutaba bastante vivir sola.
Solo que, no sabía desde cuándo, esas cosas que una vez pensó que eran normales comenzaron a sentirse menos rutinarias.
Y todo esto parecía haber empezado desde que conoció a este hombre.
