Sin embargo.
Al ver a Su Xinyan y Gu Heng, la cara originalmente hosca y contorcida de Lin Siya se transformó instantáneamente en una expresión de pena y agravio.
—Xinyan...
Mirando los ojos ligeramente enrojecidos de Lin Siya, los hermosos ojos de Su Xinyan titilaron, llenos de preocupación.
—Siya, ¿qué te pasó?
Lin Siya sollozó lastimosamente:
—Acabo de ver a tu hermana aquí, la saludé con buenas intenciones, pero ella... ella...
La apariencia desdichada y dolorosa de Lin Siya había transmitido claramente a todos que Su Ran acababa de intimidarla.
Su Xinyan suspiró ligeramente, y sus hermosos ojos miraron a Gu Heng con cierta dificultad e impotencia.
—Hermana, sé que tienes algunas insatisfacciones conmigo, pero Siya no te ha ofendido, ¿cómo puedes...
Su Xinyan se mordió el labio, deteniéndose a mitad de la frase, pero el significado en sus palabras era muy claro.
Estaba pidiendo a Su Ran no involucrar a personas inocentes por resentimiento hacia ella.