—¡Realmente no puedo creer tu descaro! ¡Te atreviste a entrar sin permiso en el palacio. Claramente estás buscando tu propia muerte! —Habiendo dicho lo suyo, Wu Ran se volteó hacia Gao Tu. Se arrodilló en el suelo con un fuerte golpe y lloró amargas lágrimas, mientras sollozaba—. Su Majestad, debe dar justicia a este ministro. Esta pequeña doncella y este anciano están despreciando a mi Familia Wu. Claramente están menospreciando a Su Majestad. En cuanto a esta pareja de abuelo y nieta, deberían ser ejecutados hasta la muerte por miles de cortes y hacer que nueve ramas de su clan se pongan a muerte.
—¿Nueve ramas de mi clan a muerte? —El Anciano Ning sonrió débilmente mientras decía tranquilamente—. Me temo que no tienes la habilidad para poner a muerte a nueve ramas de mi clan.
