Gao Tu se quedó en silencio, sabía lo que significaría si aceptaba la condición de Si Xuan. Sin embargo, su tono era tan inflexible que lo dejó sin poder rechazar, por lo que sólo pudo responder de mala gana —Puede estar tranquila, Señorita Si, encontraré a esta persona para usted cueste lo que cueste.
Al oír esto, Si Xuan se levantó satisfecha con una sonrisa en sus ojos —Gao Tu, deberías comportarte con esta sensatez, ¡entonces dejaré este asunto en tus manos! Si no puedes completar esta misión, ¡entonces no culpes a esta señorita por ser despiadada!.
Aunque la mujer tenía una débil sonrisa en su rostro, Gao Tu aún podía sentir un frío cortante en sus palabras y no pudo evitar estremecerse. Respetuosamente dijo —La Señorita Si no tiene nada de qué preocuparse. Incluso si tengo que emplear el poder militar de Longyuan, encontraré a este hombre para usted.
—Excelente, entonces esta señorita esperará tus buenas noticias.