Siguiendo las palabras de Yun Luofeng, el salón principal de repente se quedó en silencio.
Mu Wuchen apretó los puños y de repente se levantó, su fría y arrogante mirada se posó sobre la bella apariencia embelesadora de Yun Luofeng. Su rostro estaba frío como la escarcha, helando a las personas hasta los huesos.
—Yun Luofeng, no seas ingrata. ¿Qué clase de honor es convertirse en compañera de estudios de la Princesa? Es una buena fortuna que las hijas de los ministros del Reino Longyuan no podrían obtener incluso si quisieran. La Noble Consorte niangniang te está ayudando de buena voluntad, ¡y tú eres tan impertinente! Solo tengo una cosa que decirte: el decreto imperial de la Noble Consorte niangniang no permite la desobediencia. ¡Debes entrar al palacio para ser la compañera de estudios de la Princesa!
Sus palabras fueron increíblemente inflexibles, con el tono de que la capturaría si se negaba.
