—Abuelo, sólo me retrasé un momento por algunos asuntos, ¿y ya me estás regañando así a mis espaldas? —De repente, se escuchó una voz lánguida que llevaba consigo una risa superficial desde la puerta.
En el rayo de luz solar, la chica vestida de blanco se acercaba a paso lento. Su rasgo absolutamente hermoso portaba una sonrisa embaucadora, y sus oscuros ojos eran como el cielo nocturno, tan profundos que la gente no tenía manera de examinar su fondo.
La mirada de la dama se posó en el taciturno hombre de mediana edad dentro del enorme salón. Tras ver sus cabellos pálidos al hombre de mediana edad, la sonrisa en sus labios reveló un atisbo de clara comprensión.
Si no adivinaba mal, ¡este hombre de mediana edad era la persona que sufría el veneno manluo!
—Yun'yatou, finalmente llegaste —Anciano Rong se levantó emocionado—. Ya he traído al paciente aquí. ¿Puedo preguntarle a Yun'yatou qué tan segura está de que puede salvarlo?
