—Ponga la cuenta de la Señorita Yun en mi cuenta —justo cuando Wu Qi complicaba las cosas para Yun Luofeng, una voz cálida como el jade vino desde detrás.
Originalmente, Wu Qi todavía mostraba un rostro orgulloso cuando se enfrentó al chico que se acercó. Sin embargo, de repente se tensó, y su expresión se volvió fea como si hubiera comido heces, pero no se atrevió a decir una palabra.
Un hombre vestido en un traje de brocado, luciendo noble sin comparación, emitía un aura en el escenario que no podía ser comparada con el aura de una persona como Wu Qi. Una sonrisa cálida se mostraba en su rostro, y un par de ojos contenían un brillo gentil.
Belleza sin igual, cálido como el jade.
De repente, estas ocho palabras entraron en la mente de Yun Luofeng, haciendo que Yun Luofeng no pudiera evitar mirar otra vez al hombre.
Solo que...
Este hombre, aunque su rostro tenía una sonrisa, esa sonrisa no llegaba a sus ojos. ¡Sus ojos gentiles ocultaban una mirada astuta y siniestra como la de un zorro!
—Cuarto Príncipe —dijo Mu Wushuang manteniendo una sonrisa deslumbrante en su rostro, como si justo ahora no le hubiera ordenado a Wu Qi complicarle las cosas a Yun Luofeng—. ¿Así que viniste a visitar al Viejo Rong?
Gao Shaochen sonrió, desplegando el abanico plegable en sus manos; sus ojos que inicialmente eran cálidos se tornaron un poco fríos.
—No vine a visitar al Viejo Rong, solo vine a comprar un par de atados de hierbas. No esperaba verte molestando a Yun Luofeng Yun. Tendero Lin, ponga la cuenta de Yun Luofeng en mi cuenta.
—Incluso si mi Mansión General es pobre, aún podemos pagar cinco millones —Yun Luofeng echó una mirada oblicua a Gao Shaochen y luego giró hacia el hombre de túnica azul—. Me llevaré estas hierbas primero. Luego puedes ir a buscar el dinero a la Mansión General. Sin embargo, este precio tuyo es demasiado caro, ¿qué tal si... me regalas esos pastos?
Los ojos de la joven centellearon por un momento, señalando la esquina donde yacía el pasto de hierbas verdes. Hizo la declaración con una sonrisa llena de significado.
El hombre de túnica azul se quedó atónito por un momento; luego sonrió cortésmente:
—Señorita, estos son solo uno de los pastos de hierbas más comunes, y no tienen ningún uso real. Si a la Señorita Yun le gustan, puede llevarse ese rincón de pasto de hierbas.
—Muchas gracias —Yun Luofeng no intentó ser cortés; empaquetó todo el pasto de hierbas y caminó de vuelta a la puerta sin mirar atrás.
Gao ShaoChen observó cómo la figura de la chica desaparecía y de repente se rió:
—No esperaba que esta Yun de la familia Yun fuera soportable a diferencia de lo que dicen los rumores. Tal vez mi hermano pierda un tesoro.
Mu Wushuang estuvo de pie al lado de Gao Shaochen. Después de escuchar estas palabras, se sintió muy incómoda.
¿Qué quiere decir con que el Príncipe Heredero perderá un tesoro? Solo ella es digna de ser la mujer del Príncipe Heredero. ¡Esa inútil de Yun Luofeng ni siquiera tiene las cualificaciones para convertirse en concubina del Príncipe Heredero!
—Vámonos —debido a haber recibido una buena educación, Mu Wushuang no tuvo un arrebato. Miró a Gao Shaochen una vez, luego lideró su rebaño de seguidores fuera del Pabellón Médico, desapareciendo en esa brillante luz del sol de la tarde...
—Su Alteza Cuarto Príncipe, ¿puedo preguntar qué hierbas ha venido aquí a comprar? —el hombre de túnica azul vio que se habían ido, sonrió levemente y preguntó cortésmente.
Los ojos de Gao Shaochen destellaron como los de un zorro con una luz astuta:
—¿Qué hierbas compró Yun Luofeng justo ahora? Dame un juego de todas.
—Un momento, las prepararé —el hombre de túnica azul estaba de buen humor. Después de todo, no hay muchos días en que pueda vender hierbas tan caras en un día. Así que en ese momento, su sonrisa ya no era tan cortés, sino una sonrisa de corazón.