Jasmine miró a la criada y dijo fríamente:
—Me voy a dormir ahora. Si él viene, dile que se vuelva. —Luego regresó a su habitación.
—Sí, mi señora. —La criada se inclinó hacia ella.
...
Temprano en la mañana, al día siguiente...
Rumble~
Los ojos de Max se abrieron cuando oyó el retumbar de su estómago.
—Joder. Tengo hambre. ¿Qué hora es? —Max se levantó y se frotó los ojos soñolientos. Debido a que estaba demasiado exhausto y se desmayó, no había cenado y ahora estaba famélico.
—¡Argh!
Justo cuando se levantó, un fuerte dolor lo asaltó. Venía de su núcleo de Mana, pero afortunadamente, era soportable. —Ahora tengo que pasar el día fortaleciendo el núcleo. —Sacudió la cabeza sin remedio.
Tenía que admitir que no tenía la paciencia de otras personas. Si no tuviera el sistema, con su personalidad perezosa y lujuriosa, no podría haber alcanzado el reino de dos estrellas, incluso si su aptitud para Mana fuera normal.