Justo cuando el lecho de flores fue completado, Max la levantó en sus brazos y la puso en la cama. El corazón de Belén latía más rápido y su cara empezaba a enrojecer.
—Belén, esta noche voy a ser un poco brusco. ¿Estás de acuerdo con eso? —murmuró en su oído mientras le mordía suavemente el lóbulo.
—Mm~ Sí. Estoy de acuerdo con todo mientras tú lo desees —ella respondió con una voz sensual.
—Buena chica. —Max sonrió y puso sus labios sobre los cautivadores labios de ella mientras se quitaba la ropa.
Los ojos de Belén se cerraron mientras lo besaba felizmente. Incluso olvido hacer una barrera alrededor de la cama en caso de que Haory u otros aparecieran.
Max tampoco estaba de humor para preocuparse por esas cosas en este momento.
Después de saborear la dulzura de sus labios, él introdujo su lengua en su boca y le dio un profundo beso francés.