Al día siguiente, Emily y Anna partieron hacia sus academias. Para su sorpresa, sus medio hermanos también fueron a sus academias pero él no sabía nada sobre sus academias ni tenía interés en saberlo.
Su padre Ashton se ocupó con su trabajo y las mujeres de la casa se ocuparon con lo que quisieran. Max tampoco perdió tiempo, llamó a Lilly y fue a su habitación. Tenía un trabajo muy importante que hacer.
Se había estado reteniendo debido al entrenamiento con Anna. Era bueno entrenar. Se acostumbró al mana y ahora podía usarlo hasta cierto punto. No mostró ni le dijo a nadie sobre su elemento de fuego todavía.
Si lo hiciera, podrían sospechar cómo de repente pudo despertar su elemento cuando anteriormente ni siquiera podía usar mana.
En el instante en que entraron en su habitación, Max cerró la puerta y levantó a Lilly en un porte de princesa. No tenía ningún problema en levantar su cuerpo ligero como una pluma después de haber aumentado su estadística de fuerza al nivel de una persona normal.
Caminó hacia su cama y la puso suavemente en la cama. Bajó su rostro al de ella y plantó un beso en sus labios. Lilly cerró los ojos.
POV de Lilly:
Siempre estuve agradecida al joven maestro porque fue él quien me dio esta vida o habría sido esclava toda mi vida.
Con los años, esta gratitud se convirtió en respeto y luego de alguna manera en amor. No sé por qué empecé a gustarle más y más a medida que lo servía. Tal vez fue porque siempre fue bueno conmigo o tal vez porque era como yo, solitario. Escuché al maestro Garfield hablar de él con el mayordomo de que no era así antes de que su madre muriera y supiera de su talento débil.
Solía ser un chico alegre, igual que la señorita Anna y quizás por eso se preocupaban el uno por el otro, por lo similares que solían ser. Pero después de que su madre murió, lloró muchos días y cuando su talento fue evaluado, cayó en depresión y perdió la motivación, dejó de interactuar con todos, siempre estaba encerrado en la biblioteca o el jardín.
Cuando escuché eso, sentí qué similares eran nuestras vidas. También yo era como una persona muerta hasta que él me sacó de la esclavitud. Inicialmente, pensé que era uno de esos nobles depravados, pervertidos y sádicos que tratan a sus sirvientes como juguetes. Pero qué equivocada estaba. No solo no me trataba mal sino que también me trataba con cuidado. Me trataba como si fuera su igual. Fue entonces cuando empecé a desarrollar algunos sentimientos hacia él.
Después de que se hirió y estuvo inconsciente durante cinco días, sentí que mi mundo se desmoronaba. ¡Cómo deseaba que despertara y mejorara! Y finalmente lo hizo. Me sentí tan aliviada en ese momento.
Cuando me preguntó de manera indirecta qué haría por él, instantáneamente supe lo que quería preguntar. No dudé y le dije que sería suya y que él podría hacer lo que quisiera conmigo.
Estaba muy feliz la primera vez que tuvimos sexo. Fue especialmente bueno para mí porque lo estaba haciendo con el hombre que amo. Aunque él me dijo que era su mujer, no espero tanto mientras pueda estar con él.
Hoy después de que la señorita Emily y la señorita Anna y los demás se fueron y me pidió que fuera con él, supe que hoy iba a estar con él nuevamente.
Justo después de entrar en su habitación, él me levantó suavemente. Mi corazón latía aceleradamente. Me sentí muy feliz viéndolo tratarme con amor y cuidado. Cuando me besó, sentí electricidad fluyendo por mi cuerpo. Quiero gritar en voz alta que lo amo pero tengo miedo... miedo de que pueda dejarme pensando que quiero algo que él no puede darle a una simple sirvienta. pero sus siguientes palabras me dejaron boquiabierta.
—¿Por qué no empiezas a vivir conmigo en esta habitación? Hablaré con mi padre si estás de acuerdo.
Lo miré sin saber qué decir. Aunque estaba sorprendida, también estaba contenta. Asentí sin decir nada.
Su sonrisa se ensanchó y me besó de nuevo. Cerré los ojos para sentir esta sensación que era muy cálida, al mismo tiempo era elusiva.
...
Al verla asentir, Max estaba emocionado ante la idea de estar con ella todo el tiempo.
La besó apasionadamente, su lengua danzaba y succionaba su dulce lengua. Mientras besaba, comenzó a acariciar sus pechos lentamente.
Después de unos minutos de besos y caricias, el rostro de Max y Lilly tenía un tono rojizo. Respiraban pesadamente. Max, sin perder más segundos, les quitó la ropa.
Su grueso miembro estaba erecto y duro. Con su mano derecha comenzó a apretar su pecho izquierdo mientras lamió, rozó, succionó y ocasionalmente mordió su pezón derecho. Su mano izquierda frotaba su coño que ya estaba húmedo.
—Creo que estás lista —susurró en su oreja, lamiendo su lóbulo.
Lilly se sonrojó furiosamente al escuchar sus palabras pero asintió ya que quería experimentar esa sensación celestial de nuevo.
Max se posicionó entre sus piernas mientras las separaba. Frotó su miembro en la entrada de su coño lo que hizo que su coño se contrajera y su cuerpo temblara.
Agarró su cintura esbelta y empujó hacia adelante. La mitad de su pene entró en su cálida vagina.
—Ahh...umm...
Gimió sintiendo su miembro dentro de ella. Luego comenzó a moverse dentro y fuera de su coño lentamente, luego con un empujón fuerte clavó su miembro hasta las bolas en su sagrada cueva.
—Ahhh...haah...haaa...
Lilly gemía en voz alta. A diferencia de la vez anterior, esta vez no sintió dolor, solo placer.
Pronto, en su habitación solo se podía escuchar el sonido del golpeteo de su carne y los gemidos de Lilly.