La señorita Flavia lo miró sorprendida. No esperaba que él tuviera una actitud tan indiferente a pesar de saber que acababa de ofender al joven maestro Dalton.
Debería saberse que este joven maestro Dalton provenía de la Familia Dalton de la Ciudad de Zexin. Su autoridad aquí era suprema si no se cuenta al aparentemente todopoderoso Señor de la Ciudad en la ecuación.
—Tal vez es su primera vez aquí y no sabe de los asuntos de aquí. No es de extrañar que no le importe —supuso y asintió para sí misma. No creía que si él conociera su trasfondo, seguiría teniendo tal actitud despreocupada.
También esperaba poder ser así y no tener en cuenta nada y vivir su vida como quisiera, pero su familia no se lo permitiría.