—Debes saber que cualquier academia te aceptará y en el futuro definitivamente te convertirás en alguien fuerte y se te otorgará un título nobiliario y tendrás una vida muy buena. Entonces, ¿por qué todavía quieres convertirte en mi sirviente? —preguntó Max.
Le resultaba confuso y no era como si lo hubiera forzado o algo por el estilo. Si él estuviera en el lugar de este chico, no querría convertirse en el sirviente de nadie, sin importar si la persona mencionada le ayudó. A lo sumo, pensaría alguna manera de pagarle.
—Es porque en mi desesperanza, juré que si alguien me ayudaba en ese momento, lo seguiría. Además, tú no eres como otros nobles que tratan a todos como basura. Después de este corto tiempo, he llegado a admirar tu carácter. Por eso deseo seguirte —dijo Neer sinceramente.