—Hm. Pero a partir de ahora, debes tener cuidado, ¿de acuerdo? —Belén, que hasta ahora estaba enfadada, de repente se calmó y asintió. Al mismo tiempo, su ritmo cardíaco se aceleró y sus mejillas se sonrojaron.
Se sentía extasiada al ser abrazada por él ya que, aparte del momento en que tenían relaciones sexuales, Max nunca había mostrado este tipo de afecto y ternura hacia ella.
Por reflejo, extendió sus manos alrededor de su cintura y estaba a punto de abrazarlo. Sin embargo, al momento siguiente, dudó y finalmente bajó las manos. Aunque él la trataba como a su mujer, ella era consciente de su estatus, que era solo el de una persona esclavizada.
Max se dio cuenta de esto y rápidamente comprendió que tenía dudas sobre su estatus. Luego agarró sus manos, las puso alrededor de él y abrazó su suave cuerpo aún más fuertemente.
