Al ver su expresión, una sonrisa algo decepcionada apareció en su rostro. Al mismo tiempo, la luz en sus ojos parecía apagarse aún más.
Sin decir nada más, se apartó y pasó junto a él.
Antes de que se encontrara con esa bestia aterradora en el bosque y obtuviera la lesión que dejó esa fea cicatriz en su rostro, todos, especialmente los hombres, estaban desesperados por acercarse o incluso hablar con ella.
Sin embargo, después de que perdió su belleza, dejaron de tratarla bien y mantuvieron su distancia de ella.
Aunque ya sabía que todos la buscaban porque era hermosa y no podían reprimir su lujuria por ella, aún sentía que este mundo estaba torcido.
Si alguien escuchara sus pensamientos, se reirían de ella y dirían que era demasiado ingenua.
Sin embargo, esta situación no la entristecía porque, para empezar, nunca le importaron las opiniones de los demás gracias a su personalidad indiferente.