—Al día siguiente —Max y los demás se despertaron y tomaron desayuno. Al ver que todos habían terminado de desayunar, Max sacó las cosas que había tomado de la bolsa espacial de Bartan.
—¡Guau! Tenía tanta riqueza —exclamó sorprendida Leticia después de ver las cosas frente a ella.
Había cuatrocientas piedras de mana, siete núcleos de bestia, unas cuantas píldoras de recuperación de mana, dos píldoras transparentes que eran útiles para usuarios del elemento agua y algunas otras píldoras.
—Cuatrocientas piedras de mana, siete núcleos de bestias… —Haory tomó una profunda inspiración—. Realmente necesitaba muchas piedras de mana para mantenerse al día con los demás en términos de cultivo. Con esto, no tendría que preocuparse por recursos para cultivar durante un tiempo.
Max la miró y sonrió.
—¿Deberíamos dividir
