El grupo de Max fue dejado en medio del bosque. Debido al tamaño de la montaña, el terreno parecía casi plano.
Sin embargo, estaban rodeados por el bosque y podían ser atacados por bestias desde todos lados, Belén sugirió que deberían encontrar un lugar que les proporcionara protección de dos o tres lados para permanecer.
Todos encontraron buena esa sugerencia así que comenzaron a buscar un lugar así.
Mientras buscaban, antes de que pudieran encontrar un lugar seguro donde quedarse, se encontraron con un simio de pelaje blanco, una bestia de dos estrellas.
Medía dos metros de altura con un cuerpo voluminoso de apariencia fuerte. Sus brazos solos tenían dos pies de grosor y más de un metro de largo.
Tenía cuatro dientes caninos sobresaliendo de su boca, dos de la mandíbula superior y dos de la inferior. En su frente, el color del pelaje era amarillento, en forma de flor. Sus ojos eran de color amarillo.