—¿Buscando problemas? —Liu Fang nunca se atrevería a causar problemas delante de Su Han. ¡Eso era simplemente buscar la muerte!
—No me atrevería, señor Su, ¡de verdad que no vine a causar problemas! —Liu Fang estaba al borde de las lágrimas. En la Ciudad de Tian Hai, la persona a la que más temía ahora era a Su Han—. ¡Solo vine a comprar medicina!
Se apresuró a explicarse. Si enfadaba a Su Han, sería el fin para él.
—Sí, señor Su. Vino a comprar medicina. Compró el Ungüento de Recuperación Ósea de Roca Negra pero no optó por el servicio de medicación. Solo mencionó que lo quería. Estaba discutiendo el precio con él —el señor Zhang, sonriendo, miraba a Liu Fang—. ¿Verdad?
—Sí, sí, sí. ¿Cuánto cuesta el servicio de medicación? —Liu Fang no se atrevió a negar y asintió de inmediato.
—Diez millones. Esto es por el servicio especializado de nuestro médico de la tienda. Sin embargo, hay otra manera. Asistir con otras medicaciones puede tener el mismo efecto, y podría ser más barato.
