Su Han ya había prometido visitar a Dong Lin hoy, por lo que no quería decepcionarlo nuevamente. Anoche en el KTV, también le hizo un favor, de lo contrario probablemente no podría ocultar su verdadera fuerza ahora.
Cuando Su Han dejó al sacerdote taoísta, ya había tomado una decisión. Después de regresar a la ciudad para vivir, era mejor mantener un perfil bajo para evitar problemas innecesarios.
En estos días, ya había preparado la receta para ayudar a Dong Lin con la condición física de su padre. Llamó a Dong Lin, quien inmediatamente envió a alguien a recogerlo.
Poco después, llegó un sedán negro a la intersección. Cuando el conductor vio a Su Han parado allí, detuvo inmediatamente el auto y salió, inclinándose ligeramente. —Señor Su, el señor Dong me pidió que lo recoja para ver al viejo maestro.
