—An Yi no levantó la cabeza hasta que escuchó el grito. De inmediato se quedó mudo.
—Miró primero a los chicos en el suelo, y luego sorprendentemente se encontró con que Gu Ning estaba parada frente a él.
—An Yi sentía que era sumamente embarazoso dejar que su diosa lo viera siendo tan patético, pero como Gu Ning lo había rescatado, tenía que agradecerle sin importar cuánto se sintiera avergonzado.
—Así que An Yi se volvió hacia Gu Ning y le agradeció con sinceridad —Muchas gracias, Gu Ning.
—No hay de qué —dijo Gu Ning—. Miró hacia Hao Ran y los otros. —Vengan y ayuden a llevarlo a la enfermería.
—Al escuchar la voz de Gu Ning, Hao Ran y los demás volvieron en sí. Zhang Tianping y Qin Zixun corrieron a ayudar a An Yi a ponerse de pie sin demora. Luego caminaron hacia la enfermería.
—Había moretones por todo el cuerpo y rostro de An Yi. Afortunadamente, las heridas eran solo superficiales sin daños en los huesos. Estaría bien después de unos días de descanso.
