Y cómo Gu Ning se vengaría también dependía de su estado de ánimo.
—Tú... —La cara de Li Zhenzhen se puso pálida de miedo. Su cuerpo se tensó.
En el momento en que Li Zhenyu se dio cuenta de que Gu Ning estaba con Li Zhenzhen, supo que algo debía estar mal. Se acercó a ellas sin demora.
Al ver eso, Gu Ning no perdió tiempo y se fue de inmediato.
—Zhenzhen, ¿qué te dijo ella? —Al ver a Li Zhenzhen asustada, Li Zhenyu preguntó preocupado.
—Ella dijo que debería asumir las consecuencias de lo que le hice —dijo Li Zhenzhen. Su voz temblaba.
—¡Maldita sea! ¡Maldita Gu Ning! ¿Qué quiere? —Li Zhenyu perdió la paciencia. Había pasado mucho tiempo desde lo que Li Zhenzhen le había hecho a Gu Ning, pero Gu Ning no había hecho nada desde que ocurrió. Mientras tanto, siempre amenazaba a Li Zhenzhen con que se vengaría. ¿Qué quería Gu Ning?
Tanto Li Zhenzhen como Li Zhenyu no le contaron a su padre lo que había sucedido. Todavía no querían que su padre se enterara.
