—Ven y ayúdame con un pequeño favor; arrastra a estos desechos conmigo —dijo Ye Mo al conductor.
—Te ayudaré —Xiao Lei se apresuró, su rostro aún rojo; aparentemente, su emoción no había disminuido. Era como si hubiera conocido al legendario "príncipe en un caballo blanco" que de repente bajó a rescatarla. Era como un sueño, y las cosas sucedieron demasiado rápido.
Zhuo Aiguo ya se había calmado, se regocijaba en silencio por su decisión correcta y además se decidió a establecer una buena conexión con Ye Mo cueste lo que cueste; podría ser el alumno de algún legendario Maestro de Artes Marciales Antiguas por lo que sabía. Aunque había escuchado que había algunas familias de artes marciales antiguas en Pekín, estas familias solían ser muy misteriosas y no salían al mundo normal, ni tampoco se convertían en atletas.