—¿Qué más quieres? —Ye Mo se dio la vuelta y miró a Qiang Wei—. Su sentido espiritual notó que había algo diferente en el rostro de Qiang Wei, pero no pudo decir exactamente qué era.
—Qiang Wei vio la cara inexpresiva de Ye Mo y se enfadó de inmediato. Su pierna izquierda de repente pateó hacia Ye Mo con una velocidad fulgurante. Era obvio que quería tumbar a Ye Mo y darle una lección.
—Viendo que su pierna estaba a punto de alcanzarlo y Ye Mo no hacía nada, Qiang Wei se sintió aliviada. Parecía que había sobreestimado a este doctor. Ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, mucho menos de contraatacar. No sabía cómo la gente de Mo Ping era tan inútil. Alguien así entró y ni siquiera lo supieron.
—Pero al instante siguiente, su rostro se congeló. Sintió un dolor agudo y repentino. El hueso de su pierna hizo sonidos de crujido. No solo Ye Mo contraatacó, sino que además sin contenerse.
