—¿Qué miras? Vamos, rápido. Necesito ir a recoger materiales después de esto —dijo Ye Mo mientras miraba a Du Tao y negaba con la cabeza—. En el reino de cultivo, luchar contra alguien sin conocer su poder podría costarte la vida con el más mínimo error.
Ye Mo podía ver el poder de Du Tao, y por eso era tan arrogante. Sin embargo, Du Tao no conocía el poder de Ye Mo y sentía que seguramente podría vencerlo. Este era el verdadero error.
Al oír las palabras de Ye Mo, Du Tao simplemente cargó y atacó. Sin embargo, Ye Mo actuó como si no lo viera en absoluto y permaneció inmóvil. Según la personalidad de Du Tao, usaría sus piernas directamente e intentaría derrotarle en el menor tiempo posible, sin usar sus puños en absoluto. Y, tal como Ye Mo esperaba, los puños de Du Tao eran ataques vacíos mientras concentraba su poder en sus piernas.
Antes de que el puño de Du Tao alcanzara, su pierna derecha pateó como una línea recta como si fuera un remolino.
