Ye Mo vio que Ye Ling quería que huyera y se sintió conmovido. Aunque lo que Ye Ling hacía era muy ingenuo, su intención era salvar a Ye Mo y a Ye Zifeng. Desde esa perspectiva, había sufrido muchas dificultades. Ye Mo sabía que Ye Ling no le tenía cariño, pero ¿por qué seguía haciendo tanto por él?
Ye Mo de repente levantó la mano, tocó el cabello de Ye Ling y suspiró. —Tonta, si me voy ahora, tú morirías. No te preocupes. Ya que puedo matar a Song Shaowen y no me pasa nada, ahora tampoco pasará nada. Además, no maté a Song Shaochen.