—¡NO! ¿Qué está haciendo? —Ava, Eli y Venus no pudieron evitar casi desmayarse.
Habían estado pensando en todas las formas en que Dyon podría manejar esta situación. Tal vez quemar el contrato matrimonial y secuestrarla más tarde cuando hubiera menos gente alrededor. O, tal vez usar el torneo de la Gran Secta para matar a Akihiko antes de que pudiera hacerle algo a Madeleine. Pero nunca pensaron que él lo haría de esta manera.
—¿Quién es este chico?
—¿Dyon? ¡Ese es Dyon!
—¿Eh? ¿No estaba muerto?
Oliver miró al chico que parecía haber madurado enormemente con nada más que shock. Estaba absolutamente seguro de que había atravesado a Dyon por el corazón. Incluso si no estaba muerto en el punto de contacto, no había manera de que sobreviviera a una caída así.