—De repente, Akash sintió dos manos haciendo cosquillas en sus costados, lo que la hizo girarse con agitación —Bele, ¿no podrías ser más como el resto de la familia Grimbold? Imagina venir de una familia de guerreros y aun así ser una niñita delicada.
Bele se rió con las palabras de Akash, su cabello rojo bailando. Ella ya se había acostumbrado a esto.
—No hay nada de malo con actuar como una mujer —Bele se sujetó su pequeño pecho con orgullo.
—¿Mujer, o niñito? —bufó Akash.
—Esposo, ¡Akash me está molestando otra vez! —Bele frunció el ceño con agitación, dando pisotones.