Mientras caminaban hacia el final del largo corredor, Ri empezó a dudar.
—Sabes... nadie ha tenido derecho a entrar al Valle de los Reyes Muertos durante mucho tiempo... —Dyon miró a Ri. Todavía vestía un atractivo sostén deportivo, y el par de pantalones de sudor grisáceos colgaba flojamente de sus caderas curvadas. Dyon no sabía por qué, pero siempre le resultaba difícil no distraerse mirándola. A pesar de su supuesta apariencia 'normal', su cuerpo y todo lo demás era cualquier cosa menos eso.