Dyon asintió al escuchar, pero aún estaba asombrado por la ciudad que lo rodeaba. La arquitectura de los Elfos era realmente impresionante. Todo parecía estar hecho de jade o mármol, incluyendo las tiendas más sencillas. El torrente de colores era interminable, mientras la gente con rojos, azules, rosas y verdes en sus cabellos se apresuraba de un lugar a otro.
Las carreteras parecían no tener lógica alguna. Podían curvarse y terminar en fuentes masivas, o abruptamente en casas y negocios enormes. A veces los edificios tomaban formas extrañas. Dyon vio edificaciones en forma de cono y en forma de puente, ¡incluso vio una biblioteca que parecía un libro acostado de lado!
Sin embargo, sin importar qué fuera, siempre tendría los características verdes brillantes del jade o las espirales de blanco y piedras preciosas del mármol. Esto le daba a la ciudad una sensación de unidad con la naturaleza acoplada con un nivel de diseño e ingenio que Dyon nunca había visto antes.