—Podría ser impertinente de mi parte, pero ¿podría tomar prestados algunos libros o investigaciones que tenga sobre abominaciones, Señora Solana? —Vaan declaró su propósito.
—¿Oh? —La Señora Solana frunció el ceño y dijo—. Libros, tengo. Pero, ¿qué te hace pensar que tengo alguna investigación sobre abominaciones?
—Para empezar, no lo negaste directamente, mi Dama —declaró Vaan.
—Esto es prueba de que, de hecho, tienes alguna investigación sobre abominaciones. Sin embargo, estás en duda de por qué sé o incluso sospecho de ello. Por eso elegiste preguntarme primero. Gracias a eso, tu curiosidad me dejó saberlo con certeza, mi Dama.