—Dame una buena razón por la cual debería creerte y seguirte, especialmente cuando te apareciste detrás de mí sin ser vista —replicó la Bruja Caída Elvira con desconfianza.
Ella podía confirmar vagamente que Claudette De Vile era una Bruja Caída, pero eso no significaba que todo lo que decía fuera cierto.
Además, el hecho de que ambas fueran Brujas Caídas no las convertía automáticamente en amigas tampoco.
—No tienes elección —la Bruja Caída Claudette sonrió ligeramente antes de responder con frialdad.
—¿Me estás amenazando? —Elvira entrecerró los ojos peligrosamente.
Sin embargo, Claudette movió la cabeza con una sonrisa y dijo:
— Para nada. Estoy hablando pensando en tu mejor interés. Si no vienes conmigo rápido, empezarás a sentirte 'bien' en un rato.
—¿De qué diablos estás hablando—Arghhh! —Cuando la aeronave mágica salió de un gran grupo de nubes, exponiéndola a la luz del sol poniente, Elvira de repente sintió como si su cuerpo entero estuviera ardiendo en llamas.