Tang Hao contestó la llamada.
La voz baja del Secretario Lin se escuchó por teléfono. —¡Hola, Lil Tang!
—¡Oh! ¿Sucede algo, Secretario? —respondió Tang Hao.
—¿Estás libre ahora? Me gustaría que vinieras y me ayudaras con un paciente —dijo el Secretario Lin.
—¿Un paciente? —Tang Hao frunció el ceño—. ¿Qué enfermedad tiene?
—Bueno… —el Secretario Lin dudó por un momento—. Es una hemorragia cerebral con múltiples fallos orgánicos. Está casi en su final. En realidad, el paciente es muy anciano. Tiene ochenta y nueve años. Ha vivido una buena vida, pero sus circunstancias son un poco especiales…
—Sé que tus habilidades médicas son increíbles, Lil Tang. ¿Tienes alguna manera de salvarlo?
Las cejas de Tang Hao estaban apretadas mientras escuchaba al Secretario Lin.
Estuvo en silencio por un tiempo, luego dijo, —No puedo decir sin un diagnóstico real. ¡Iré a echar un vistazo!
