—¡Un placer trabajar contigo! —dijo Ling Wei mientras extendía una mano hacia Tang Hao.
Su mano era clara y delicada, y sus dedos eran largos y esbeltos.
Su mano era fresca y suave al tacto.
—¡Un placer trabajar contigo! —Tang Hao devolvió la sonrisa.
Esta colaboración era beneficiosa para ambos. La Presidenta Ling siempre había querido crear su propia marca y hacerse un nombre. La colaboración reunió a muchas personas capaces. En cuanto a Tang Hao, quería abrir un restaurante para que fuera más fácil derrocar al Grupo Yu Lin en el futuro.
Ambas partes estaban muy satisfechas con el acuerdo.
—¡Felicitaciones! —el Chef Principal Ding y los demás vinieron a felicitarlos.
—Chef Principal Ding, prometiste que te unirías a nosotros una vez que la colaboración se pusiera en marcha —dijo Ling Wei con una sonrisa.
El Chef Principal Ding se golpeó el pecho. —Sin problema. ¡No tienes que preocuparte por eso, Presidenta Ling!