La atmósfera en la habitación del hospital era tensa.
Tang Hao estaba frente a la cama. Tomó una aguja dorada con delicadeza y atravesó el abdomen de Tía Zhang con ella.
Cada aguja dorada perforaba un punto del meridiano. Giraba suavemente cada aguja y canalizaba el qi de su cuerpo en el de Tía Zhang, lo que estimulaba los puntos del meridiano y reparaba gradualmente sus riñones.
Los riñones de Tía Zhang estaban gravemente dañados. Repararlos requería mucho tiempo.
Tang Hao giraba repetidamente las agujas doradas y canalizaba qi a través de ellas.
Tres horas más tarde, se observaron los primeros signos de recuperación. Completó el procedimiento una hora más tarde.
Los riñones de Tía Zhang habían recuperado ciertas funciones y volvían a funcionar.
Eso era el paso más crucial del procedimiento. Con las funciones de los riñones restauradas, la enfermedad estaba prácticamente curada. La tecnología médica moderna podría devolverles su condición normal de funcionamiento.