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—¡Esto es demasiado asqueroso! —exclamó alguien—. Siempre he pensado que Haoyu es un buen chico.
—No esperaba que él fuera "ese" tipo de persona —comentó otro.
Todos discutían acaloradamente mientras hojeaban los documentos.
El Viejo Maestro Qin tomó un juego de documentos y comenzó a leerlos. Su rostro se oscurecía más y más.
La información sobre sus reservas de motel estaba impresa con una fuente minúscula en el documento. Tenía aventuras de una noche cada varios días. Algunas de las habitaciones incluso tenían temas únicos.
El Viejo Maestro Qin podría ser viejo, pero entendía lo que estaba pasando.
Si Zhang Haoyu estuviera en una relación estable con una chica, no necesitarían ir a moteles de amor día por medio. La casa de la Familia Zheng era grande después de todo.
¿Maduro, confiable y leal? No, eso era inmaduro, infiel e irresponsable.
El señor Qin y la señora Qin no podían creer lo que veían cuando vieron los documentos.
