—¿Cuál es tu plan, mamá?
—Puedes dejarme eso a mí, hijo mío. Tu madre se asegurará de que Xiangyi se convierta en tu esposa. Esa Xiangyi es tan perfecta como puede ser una mujer. No solo es hermosa, sino también rica. He oído que su fábrica de ropa está yendo muy bien. ¡Gana unos seis o siete millones cada año!
—Nuestra familia Zheng necesita una buena nuera como ella. ¡El pobre chico del pueblo no la merece!
El rostro de Tang Hao se volvió más sombrío que nunca al escuchar los susurros entre Chen Yan y Zheng Haoyu fuera de la casa.
Era normal si a Zheng Haoyu le gustaba Hermana Xiangyi por su apariencia; después de todo, ella era una mujer muy atractiva. Sin embargo, estas personas también iban tras su dinero.
—¡Eso los haría individuos mezquinos y despreciables!
Tang Hao frunció el ceño mientras pensaba cuidadosamente.
