Todos en la habitación exclamaron sorprendidos.
El Doctor Senior Chen y las enfermeras estaban extremadamente emocionados.
—¡Milagro! ¡Esto es un milagro! —murmuraba increíblemente el Doctor Senior Chen.
No había otra palabra para describir la escena frente a él, más que un milagro.
El rostro de Lil Xin'er no era diferente al de una niña normal y sana.
Él sentía como si estuviera en un sueño. ¿Era realmente leucemia, el cáncer de la sangre, que hacía temblar a la gente cuando escuchaban su nombre?
¡El Doctor Divino lo curó en media hora, simplemente dándole al paciente una píldora!
¡Era demasiado asombroso!
—¡Eres increíble, Doctor Divino Tang! —dijo emocionalmente el Doctor Senior Chen mientras tomaba las manos de Tang Hao.
Las enfermeras también miraban a Tang Hao con un nuevo respeto.
Tang Hao sonrió. —No seas demasiado emocional, Doctor Senior Chen. Permíteme realizar otro examen a Lil Xin'er.
—¡Sí, sí! —El Doctor Senior Chen inmediatamente soltó sus manos.