Prólogo: La Vida de Michael Relish.
El sudor frío goteaba por mi sien mientras me hundía en el colchón. Había sido un día agotador en la cancha de fútbol, pero la satisfacción de la victoria aún resonaba en mis oídos. Cerré los ojos, dispuesto a dejar que el sueño me envolviera como una manta suave.
De repente, me encontré flotando sobre mi propio cuerpo, observándome desde una esquina de la habitación. La vista era extraña, pero no me detuve a cuestionarla. En cambio, fui arrastrado hacia adelante, a través de una serie de imágenes que se sentían como recuerdos, pero que no eran míos.
Vi a un niño pequeño, que parece que se llama Michael como yo, comenzó a dar sus primeros pasos vacilantes hacia un hombre que puede ser su padre que está acompañado con una mujer, quien lo esperaba con los brazos abiertos y una sonrisa radiante.
"¡Papá!", se escucho un balbuceó de Michael, eran sus primeras palabras resonando en el aire. Dónde su padre es el que se emociono mucho más. Su madre se veía un poco sería y en los ojos tenía un dejo de tristeza, pero igual estaba alegre.
Luego, lo vi en su primer día de escuela primaria, aferrado a la mano de su madre mientras sus ojos se llenaban de lágrimas ante la idea de separarse de ella.
"No tengas miedo, cariño", le susurró su madre, "La escuela es un lugar maravilloso donde harás nuevos amigos y aprenderás cosas increíbles".
La vida de Michael se desplegó ante mis ojos como una película en 3D. Vi sus triunfos y sus fracasos, sus alegrías y sus tristezas. Vi el inicio de su romance en la secundaria con una chica llamada Emily, sus primeros besos torpes y sus primeras discusiones apasionadas.
Pero todo lo bueno termina muy rápido, después de que Michael se puso como objetivo tener mejores notas. No tenía mucho tiempo para pasar con Emily.
"¿Por qué no podemos ser como las otras parejas?", le preguntó Emily una noche, con los ojos llenos de lágrimas. "Siempre estás tan ocupado con tus amigos y tus estudios que te olvidas de mí".
"No es cierto", respondió Michael, tomándola de la mano. "Te quiero mucho, pero necesito tiempo para mí mismo. No puedo estar contigo todo el tiempo".
La discusión se intensificó hasta que Emily, con el corazón roto, decidió poner fin a la relación. "No puedo seguir así", dijo, "Me merezco a alguien que me ponga en primer lugar".
Después de graduarse de la secundaria en Londres, el padre Michael consiguió trabajo en los Estados Unidos, entonces vendieron dejaron alquilando su casa en Londres y se fueron de viaje a California los Ángeles. Allí, Michael ingresó a la prestigiosa UCLA, donde se sumergió en el mundo del cine y la producción.
En 1992, a la edad de 20 años, Michael se graduó y tuvo la suerte de encontrar un trabajo, comenzo a trabajar como asistente de dirección en una productora independiente. Un año después, después de aprender sobre la dirección y la toma de decisiones en los rodajes de los cortometrajes y largometrajes que trabajo en la productora. Con la confianza de sus padres y con un poco de ayuda económica de ellos y sus propios ahorros, se aventuró a dirigir su primer cortometraje. Aunque la historia del cortometraje no fue un éxito arrollador, tampoco fue un fracaso.
Logró vender los derechos de autor a la misma empresa donde trabajaba para que hicieran lo que quisieran con los personajes, por $10,000, una suma considerable teniendo en cuenta que solo había gastado entre 2 y 3 mil dólares en la producción.
La familia Relish celebró este logro con un viaje inolvidable. Regresaron a Londres una semana para ver cómo estaba su propiedades y visitar a sus familiares. Luego viajaron todos Reino Unido y una parte de Alemania.
Pero la tragedia los esperaba a su regreso. Mientras se dirigían a casa en taxi desde el aeropuerto, Michael y sus padres conversaban sobre el futuro.
"¿Qué vas a hacer ahora que vendiste los derechos de tu cortometraje?", le preguntó su padre.
"No lo sé", respondió Michael, "Tal vez me tome un tiempo para relajarme y disfrutar del dinero. Pero también estoy pensando en escribir un nuevo guion. Tengo algunas ideas interesantes".
De repente, mientras ellos tenías la charla el taxista no se dió cuenta que mientras pasaba por una intercepción un auto se estaba pasando la roja y un choque violento sacudió el vehículo. Michael mientras veía todo el proceso como una película de acción en camara lenta el choque y como todos estaban heridos, el mundo se volvió blanco, y luego negro.
Abrí los ojos, jadeando, y me encontré en una habitación de hospital desconocida. Mi cuerpo se sentía pesado, me dolía todo el cuerpo, se sentía muy extraño. Miré mis manos, mis brazos, y no reconocí la piel que los cubría. ¿Dónde estaba?¿Este no es mi color de piel? ¿Qué es lo que paso?
La confusión me invadió como una ola. ¿Había sido todo un sueño? ¿O algo más? La vida que ví de Michael Relish, ¿era ahora mi vida? La pregunta resonó en mi mente, mientras el mundo a mi alrededor se desdibujaba en un torbellino de incertidumbre.
"Tengo todos sus recuerdos y sentimientos" Michael murmuró mientras recordaba todas esas imágenes donde el pensaba que era un sueño extraño.
Se sentó y miro por la ventana, era de noche. Observaba las estrellas para calmarse, después de unos momentos se sentía más tranquilo y el dolor del cuerpo iba poco a poco desvaneciéndose como si nunca hubiera pasado por un accidente.
Cerro los ojos y respiro profundamente, tratando de reflexionar que era lo que le tocaba hacer, ahora estaba en el cuerpo de otra persona y tenía que planificar que era lo que vine más adelante.
"¿Que le habrá pasado a la familia de Michael?" murmuró mientras de nuevo abría los ojos y veía el cielo estrellado.