El implacable sol del verano se hace presente hoy. La camisa y la casaca que llevo puestos me piden que me desprenda de ellos en este preciso momento mientras el sudor de las demás personas se hace notar, y un olor extraño está entrando por mi nariz.El vagón del tren, repleto de personas apresuradas por ir a trabajar un lunes por la mañana, se ve algo triste. ¿Así es como ve el mundo un adulto?Puedo oír a algunas personas quejarse por el calor: "¿Dónde está el estúpido aire acondicionado?". Por favor, alguien sea más considerado con el aire acondicionado.Yo, Mizuno Nua, de 18 años, me encuentro de camino a mi primer día de universidad. Estoy entusiasmado, créanme.Conté los segundos para que el tren se detuviera en la estación y escapar de este infierno.—Uh, espero que esta sea la estación.—Las puertas se abrieron después de presionar el botón en repetidas ocasiones. El aire fresco de la estación refrescó cada parte de mi cuerpo. Debo agradecer que no es una estación subterránea.Miré la hora en mi teléfono mientras bajaba las escaleras ordinarias. Aunque me tienta la idea de ir por las escaleras eléctricas, la multitud de personas lo hace algo incómodo. ¿Por qué todos usan las escaleras eléctricas? Sean más considerados con las escaleras comunes.La estación de tren queda a solo unas pocas cuadras de la universidad. El camino tiene una ciclovía a la derecha que se adorna con los árboles de la zona. Hay algunos residentes haciendo algo de ejercicio o ciclismo.—Uh, supongo que el alcalde está haciendo una buena gestión.Algo típico de los políticos es comenzar a hacer sus obras antes de que acabe su periodo, para así cubrir que estuvieron holgazaneando por gran parte del mismo. Frases como: "Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance" o "Quisimos, pero no se pudo", las he oído en la televisión y también en algunas fallidas relaciones de extraños.La calle antes de llegar a la universidad está rodeada de cafés en las esquinas y un pequeño centro comercial antes de voltear. La multitud de alumnos de años superiores me pone nervioso, a decir verdad. Para evitar algún momento incómodo, como cruzar miradas con alguna chica linda o chocar con un tipo que es mucho más alto que yo, he desarrollado durante toda mi vida escolar una habilidad de supervivencia. Mi postura de caminar, que se centra en ir con las manos en los bolsillos y la cabeza cabizbaja, pero lo suficientemente alta para no chocar con nadie, me ha funcionado durante todos estos años.—D- disculpa, no te vi.——Oh, no te preocupes.Justo al lado mío, un tipo con el cartel de "introvertido" en la cara había chocado con una linda señorita frente a él. No te juzgo, soy uno de los tuyos. Aunque la chica no parece ser una persona cruel, al parecer sus amigas que la rodean sí lo son.—Oye, no puedes no estorbar a los demás.——No, no fue mi intención.—Uff, Piérdete.—A pesar de que me sienta mal por el tipo, lamentablemente es el ciclo natural en las instituciones educativas es así. Los "extrovertidos" son los depredadores naturales de los "introvertidos". Aunque existan otras especies inferiores, como los "otakus", la cadena alimenticia no se puede cambiar.Chocamos miradas por un momento.Mierda, me quedé mirándolos por mucho tiempo.Di un suspiro y me acerqué.—¿Estás bien?——No lo creo.—...He superado la tarea más difícil, la cual es entrar por la puerta principal como una persona normal. Nada de complicaciones, solo entrar. Frente a la entrada hay un par de guías a los cuales les puedes preguntar por las ubicaciones de las aulas en los pabellones. No lo puedo negar, para los nuevos es bastante útil.Me acerqué con cuidado.—Disculpe, ¿sabe dónde puedo ubicar esto?——Oh, solo ve de frente y toma el ascensor hasta el piso 9.——Sí, gracias.—Tomé aire después de este esfuerzo sobrehumano. Es importante tener descansos después de las tareas pesadas, ¿sabes? Miré hacia el edificio señalado. Lo alto que se ve me hizo pensar que, si un terremoto ocurriera mientras estoy allí arriba, de seguro sería hombre muerto.Los cuatro ascensores del pabellón B están ocupados. Con tan solo 5 minutos para que comience la primera clase, me estoy planteando usar las escaleras comunes.Justo antes de darme por vencido, la puerta se abre. De dentro salen un grupo de jóvenes que conversan alegremente. En este momento solo me puedo disculpar por mi existencia. Me hice a un lado para darles el paso y me dispuse a entrar. Es un alivio que el ascensor esté solo para mí. Muchas gracias, en serio.Los botones van desde el piso 1 al piso 12. Supongo que si presiono el 9 estaré bien, ¿no? Si no mal recuerdo, había oído hablar del juego del ascensor. Según la historia, al presionar los botones de un elevador de manera específica, este te llevaría a una dimensión siniestra de tu mundo. Por supuesto, no había tiempo para intentarlo.Presioné el botón del piso 9 y esperé a que las puertas cerraran.—¡Por favor, no cierres la puerta!—Oh, ¿una chica linda corriendo hacia mí? Tal vez este sea el regalo de Santa Claus de la navidad pasada. ¿No es un poco tarde?Miré al frente y evalué mi situación. Sería incómodo estar los dos solos en el elevador. Aunque alguien más podría subir en algún otro piso, esa es solo una posibilidad. No, los elevadores son los enemigos del medio ambiente. El cambio climático está acabando con el mundo. ¿Alguien puede pensar un poco en los osos polares? ¡Osos polares!Miré la bandeja de botones. Había un gran botón rojo que decía "detener cierre de puerta". Uh, me pregunto, ¿para qué sirve?—¡Detén la puerta, por favor!—Hay algo que se llaman escaleras normales, ¿sabes? Deberías probarlas.Miré a la señorita e hice una seña que decía, obviamente: "Disculpa, no sé detenerlo".Shhh. La puerta se cerró. Di un suspiro y sonreí inconscientemente. Mi comodidad está primero, no lo voy a echar a perder ni por una supermodelo, ¿verdad?Mis ojos se volvieron a la puerta.Por alguna extraña razón, podía ver a través de la puerta. ¿A qué genio se le ocurrió la idea de puertas transparentes?La señorita que, obviamente, iba a llegar tarde a su primera clase, está detrás de la puerta transparente. Quité la sonrisa de satisfacción de mi rostro e hice una reverencia.Oye, no me mires con esa cara que dice "Te buscaré después de esto y las pagarás muy caro". Yo hice todo lo posible, ¿entiendes?...Llegué justo antes de que diera inicio la clase. La energía utilizada por el ascensor es la suficiente para derretir un poco menos que un metro cúbico de hielo del Polo Norte. Así no me siento tan culpable.La facultad de medicina se ubica en el pabellón B, un edificio de 12 pisos de alto, 13 si cuentas la azotea.Miré alrededor del salón de clases. Aunque había un poco de tensión, esta tendría que desaparecer con el pasar de los días. Era solo cuestión de tiempo antes de que los grupos de amigos surgieran.Tomé asiento en el rincón del salón. No es que lo quisiera, la ventana está aquí. Es el lugar más fresco. No soy un introvertido, de verdad.—Oh, disculpe la demora.——No te preocupes, aún no comenzamos. Toma asiento, por favor.—Oh, alguien que llega tarde el primer día de clases. Por favor, un minuto de silencio por esta pobre alma.Miré al frente otra vez.¿Me estás jodiendo?La chica a la cual dejé atrás en el ascensor está convenientemente en mi mismo salón de clases. He leído muchas escenas como esta en algunos mangas y novelas ligeras. Ahora que lo pienso, es un muy buen título, ¿verdad?Escondí la cara entre mis brazos mientras sentía pasos al lado mío.—Oye, ¿crees que pueda sentarme aquí?—Miré de reojo. ¿Este acaso es el precio de subir a un elevador?—Ah, claro, siéntate.—Perdí mi mirada en el teléfono antes de sentir la mano de alguien en la espalda.—Espera, ¡discúlpame!—El fuerte grito llamó la atención de todos por un momento. No soy un bicho raro, en serio.—Oh, Mizuno-kun, ¿estás aquí?—Giré completamente la cabeza. Es... ¿cuál era su nombre?Aquel tipo que topé en la puerta principal, el cual fue marginado por un par de chicas, ¿también está en mi salón de clases? Por favor, no crean que es el título de una novela BL.—Oh, sí.——Mizuno-kun, pareciera como si hubieras visto un fantasma.——Oh, creo que sí.—El nombre de este tipo es Ayano Roy, de 18 años. Nos conocimos hace un momento en la puerta. Su presencia es tranquilizadora en este momento.—¿Mizuno-kun?—Un escalofrío recorrió mi espalda. Sé que escuchar a una chica susurrar tu nombre en voz baja es estimulante de cierta manera, pero esto no aplica en este caso.—Oh, Minami-san, ¿dijiste algo?—Mm... Entonces, el nombre de la chica del ascensor es Minami. Aunque siento que ya lo escuché antes, trataré de olvidarlo.—Oh, ¿la conoces?——Sí, nos topamos subiendo las escaleras. Dijo que un tipo le cerró el ascensor en la cara. ¿No crees que es algo muy cruel?——Sí... Creo.—Discúlpame, Minami, en serio.Minami, que escuchó toda la conversación, comenzó a hablar mientras mostraba una sonrisa.—Oh, ¿también crees eso, Mizuno-kun?—Si quitamos el hecho de que soy yo la persona cruel, podríamos decir que sí. Me estás pidiendo demasiado.—Tal vez tenga sus motivos.—La clase dio inicio antes de que Minami pudiera replicar. Gracias, sensei, le debo una....Estoy caminando apresurado por la zona de comida de la universidad. No vine a comer, solo estoy tomando este camino para salir por una puerta que no sea la principal.El descubrimiento de que Minami-san es compañera mía me ha dejado un poco aturdido.Reconozco lo cruel de mi acto, me arrepiento, no lo volveré a hacer.Volteé a ver hacia atrás; Minami-san camina detrás de mí. Lo que haría alguien decente sería parar y disculparse, pero no, esa no es una opción.En medio de mi huida, un grupo de chicos del comedor levanta la mano.—¡Mizuno, tienes un momento!No creo que sea bueno ignorarlos; si llaman por mi nombre, debe ser algo importante.—Oh, sí, ¿pasó algo?—Oh, Mizuno-kun, ¿podrías dejar tu número de contacto para unirlo al grupo de la clase?La chica sentada es la delegada de la clase, Kinoshita Saori, de 18 años. He oído hablar a los chicos de lo bella que es, no me sorprende que tenga algunos pretendientes el primer día de clases.—Oh, claro.—Gracias, Mizuno-kun, y tú también, Minami-san, ¿podrías dejar tu número de contacto?Un viento helado rozó mi espalda. Minami me ha alcanzado, aunque creo que fui yo quien la dejó atrapar.—Oh, claro, aquí está.Intenté escapar mientras Kinoshita distraía a Minami con lo del contacto.—Oh, Mizuno-kun, ¿no te quieres quedar a comer?—No, gracias, estoy bien.Kinoshita-san es una persona muy amable, pero no quiero interrumpir el intento de conquista de los demás. Existen los códigos entre hombres, tengo que respetarlos.—Oh, entonces, ¿Minami-san no se quiere quedar?—No, yo también paso....Minami-san y yo nos estamos viendo fijamente. La atmósfera no es la mejor. Aunque alguien tiene que decir algo, este es un duelo de egos. Su cabello corto y semi-ondulado hace juego con su blusa, y la falda corta va con una especie de sandalias con tacos.—¿Po- podrías dejar de mirarme de esa manera?—Oh, disculpa, no quiero incomodarte, ¿no son esos tacos muy altos?—¿Eso es lo primero que tienes que decir? ¡Y no lo son!No me puedes engañar.—Ahh, pensaba hacer que Mizuno-kun se disculpara, pero veo que es imposible.Discúlpame, es mi orgullo.—Oh, no te sientas mal, Minami-san.—¿Por qué me consuelas?Una pequeña risa de Minami fue suficiente para calmar el ambiente.Uh, en serio no lo quiero hacer.Di un paso hacia adelante y me acerqué a Minami. Sus mejillas se ruborizaron un poco.—Discúlpame, Minami-san, estoy arrepentido. No lo volveré a hacer.—Oye, ¿por qué te pones tan formal ahora?—No necesito que me disculpes. Entenderé si quieres odiarme.—No, no, no. Está bien, te perdono.Levanté la vista; Minami está mirando a otro lado, las mejillas algo rojas. Espera, esa no es la reacción que esperaba. Me temía algo como "ahora dame tu billetera" o "te acusaré de hacer cochinadas en el ascensor". Ahora no sé con qué continuar.—Pero... ¿por qué no detuviste el ascensor?—Osos... polares.—¿Eh?Mierda, pensé en voz alta.—No, no es nada.—Mizuno-kun, ¿podrías verme directamente?—Oh, sí.Oye, dame un momento, ¿eso no es muy incómodo? No sé si podré soportarlo.—Mizuno... Nua, de la clase 3-B en la escuela secundaria?—Sí...Suspiré. Me alejé de Minami antes de preguntar cómo sabe eso. Si es correcto, pero no es un delito acosar a la gente. La posibilidad de una denuncia está surgiendo en mi cabeza.—Oh, discúlpame, tú no eras el presidente del club de literatura en tercer año, ¿nos encontramos en el consejo, no lo recuerdas?(Hace un año)Han pasado un par de semanas desde que el presidente dejó el club. Aunque ahora no importa quién tome el lugar, necesitamos un representante para la reunión de presidentes. Por eso, todos los tímidos miembros del club de literatura están sentados alrededor de la mesa.—Bueno, el que tome el papel con el dibujo de la estrella será el nuevo presidente.Todos apuraron en tomar un papel. Tranquilos, yo tampoco quiero hacer esto.Todos los miembros sonrieron alegres. Espera, eso quiere decir que......Estoy afuera de la sala del consejo estudiantil. Hacer el informe de actividades es demasiado para alguien como yo. No es que tenga pánico escénico, tampoco soy tan patético. Aunque ver a la bella presidenta del consejo estudiantil es un precio justo.Miré el reloj; aún faltan 20 minutos para que comience la reunión. Una característica de los introvertidos es llegar muy temprano a las reuniones, aunque es incómodo que alguien pregunte: "¿Llevas esperando mucho tiempo?" Supongo que es algo que no puedo evitar.Abrí la puerta, mis ojos se acostumbraron al brillo de la sala. Dentro de ella hay una chica algo nerviosa.—Tranquila, inhala, exhala, inhala, exhala.Oh, ¿está practicando el discurso para la reunión? Será mejor no molestarla.Tomé asiento en silencio.Han pasado 10 minutos. Las ganas de practicar de esta niña me conmueven. Está mirando por la ventana, un "tú puedes" se puede escuchar en el ambiente.Inevitablemente nuestras miradas se encontraron.Uh, es una sensación extraña. Siento que no debía haber oído todo esto.—Oh, disculpa, soy del club de literatura...—¿Cuándo entraste?—Oh, hace 10 minutos.—¿No es muy temprano?De hecho, sí. La presidenta del consejo mueve el horario de los hombres, ¿sabes? Aunque siento que es un desperdicio, supongo que ella la reemplazará hoy.—¿No estará hoy la presidenta, verdad?—No, ¿hay algún problema con eso?Si los hay.Puedo leer el nombre de Ana Minami en la mesa de la reunión. Esto me decepciona, en serio.Los demás presidentes llegaron y la reunión dio inicio.(actual)—Ah, eres la chica rara del consejo.—¿Por qué me recuerdas de esa manera?—¿No estabas muy nerviosa ese día?—Era mi primera vez, ¿no lo entiendes?Entiendo, aunque pensé que a los extrovertidos se les daba bien trabajos como dirigir reuniones. Supongo que a algunos simplemente no les gusta.—El club de literatura daba muchos problemas, por eso te recuerdo.—Discúlpame nuevamente.—!No te disculpes por todo¡Aunque es agradable tener a algún conocido en la universidad, no creo que ella cuente como uno. Sería un poco triste contarla como un conocido cuando apenas hablamos en una ocasión.—Bueno, creo que ya me voy.—Ah, claro, nos vemos.Me di la vuelta y comencé a caminar. La manera fría en la que terminé la conversación puede ser un tanto incómoda. Soy un introvertido, no esperes mucho de mí, ¿entiendes?—Oh, Mizuno-kun, ¿tomas el tren, verdad?—Ah, sí.—Entonces, ¿nos vamos juntos?Respira. Vi a Minami-san por unos segundos. No seas tan directa, por favor. Mi corazón de introvertido es susceptible con las chicas, ¿sabes?...Hemos tomado el tren hacia el norte. Durante el camino no tuve problemas en tener una conversación decente con Minami-san. Mamá debe estar orgullosa, aunque ver a un chico y una chica tomar el mismo tren juntos puede malinterpretarse. No creo que nadie nos reconozca en este momento.Minami-san tomó asiento y yo me quedé parado frente a ella, sosteniéndome de la barandilla.—Oh, Mizuno-kun, ¿no quieres sentarte? Aquí queda un asiento.—No, estoy bien. Alguien más lo necesitará.No creas que soy considerado con los demás, solo no quiero estar a tu lado.Una señora con un bebé en brazos entró al vagón del tren. Su mirada busca un asiento libre en este momento. Oigan, ¿dónde está el asiento preferencial?Minami-san levantó su brazo y la señora se sentó.—Gracias, jovencita.—No hay problema.Oye, no te quedes con todo el mérito, Minami-san.El tren comenzó a moverse y el bebé despertó de su sueño. Si llora, lo entenderé, a mí tampoco me gusta que me despierten.—Oh, Mizuno-kun, ¿no es muy lindo esta criaturita?—Ah, sí, no sabía que a Minami-san le gustaban los bebés.—Oye, mi sueño es tener un bebé y formar una familia, ¿sabes?No sé si Minami habló muy fuerte o solo el silencio jugó en su contra, pero todos los pasajeros nos están viendo en este momento.Uh, será mejor cambiar de vagón.Traté de huir. Discúlpame, Minami, no es nada personal.—Mizuno-kun, ¿adónde vas?Por favor, suéltame la mano, es muy vergonzoso.—Oh, solo quiero dejar a Minami-san con el sueño de ser madre.—¿Me estás abandonando?—Creo que sí.Mis padres me enseñaron que debemos hacernos responsables por nuestras acciones. Minami, ¿no te enseñaron eso?—Joven, ¿no crees que debas cumplirle el sueño a su novia?Espere señora, definitivamente no somos pareja, y mucho menos somos amigos, ¿usted no esta cometiendo discriminación en este momento? además, para tener un bebé primero se tiene que hacer... Sí, no estoy dispuesto.Aunque la señora se refería a lo bonito de la maternidad, los jóvenes como nosotros solo podemos pensar en una escena lasciva. Siento que mis mejillas se están calentando.Minami está mirando hacia otro lado, tiene los ojos llorosos y las mejillas rojas. Espero que no tengas pensamientos extraños.Salimos del tren. La situación era muy incómoda, incluso para Minami-san.—Mizuno-kun, olvida lo que pasó, ¿de acuerdo?No es necesario, mi cerebro ya bloqueo este recuerdo.—Oh, sí.Bajamos las escaleras. Tengo una sensación extraña. ¿Acaso nos confundimos? Aunque no sé cuál es la estación de Minami-san, definitivamente esta no es la mía.Golpe. Minami se detuvo bruscamente. Sus ojos están fijos al frente y sus orejas comenzaron a enrojecerse.Miré hacia la misma dirección.—Uh, ¿este no es el hospital de la Maternidad de la ciudad?—Creo que sí.Oh, ¿Minami-san se confundió de estación? ¿Qué esperas si saliste del tren sin mirar el letrero? Discúlpate con el letrero ahora mismo.—Minami-san, ¿te confundiste?
—Sí, creo que sí.