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Stand in One Piece World

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Synopsis

Chapter 1 - CAPÍTULO 1 El Despertar en un Nuevo Mundo.

Riquezas, Fama, Poder... El hombre que alcanzó todo lo que este mundo tenía para ofrecer; Gol D. Roger.

A pesar de dirigirse hacía su muerte, se mantenía erguido como un Rey orgulloso.

"¿Mis Tesoros? Si los quieren, son suyos, ¡Búsquenlos!" Roger instó a las personas presentes.

"Lo dejé todo escondido en ese lugar" Declaró, con una sonrisa en su rostro.

En el momento en que terminó de hablar, fue atravesado por dos lanzas.

Roger fue ejecutado en su ciudad natal, Loguetown.

Las noticias de la muerte de Roger, el legendario Rey de los Piratas, así como sus últimas palabras, se propagaron rápidamente alrededor del mundo, sacudiendo los cimientos de este.

El Gobierno Mundial y la Marina supieron inmediatamente que, a partir de este momento, los mares serían más peligrosos y caóticos de lo que eran en el pasado.

Motivados por la Fama, codiciando la Fortuna o simplemente por cumplir sus Sueños, muchas personas se lanzaron al mar en busca del Tesoro prometido, el 'One Piece'.

Este evento marcó el comienzo de una era.

¡La Gran Era de los Piratas!.

***

Varios años después.

Un pequeño bote se mecía a la deriva sobre las olas del océano.

En él, yacía un adolescente de aspecto apuesto, cuyos rasgos estaban marcados por la fatiga y el dolor.

Su cabello rubio dorado caía desordenado sobre su frente empapada por el agua salada, pegándose a su piel pálida. Sus ojos color ámbar estaban ocultos detrás de unos mechones rebeldes, y su mirada parecía vacía, como si hubiera visto más de lo que la mayoría de las personas podrían imaginar en su corta vida

Con una altura de unos 185 cm y una complexión bien desarrollada, se podría decir que es un físico envidiable, pero en este momento, el adolescente presentaba heridas visibles en gran parte de su cuerpo, un poco de sangre se filtraba por unos vendajes improvisados, hechos con parte de su propia ropa.

Despertando en el bote, el adolescente se encontró rodeado por la inmensidad del océano, extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista.

Al principio, creyó que todo era un sueño, una ilusión creada por su mente. Pero al jalar su mejilla bruscamente, el dolor agudo le indicó que estaba equivocado.

Luego de superar su confusión inicial, se puso de pie en el bote tambaleante, ignoró el dolor de su cuerpo y observó el horizonte en busca de cualquier indicio de tierra firme.

"Maldición, ¿cómo termine así?" El adolescente levantó una mano para protegerse del Sol, que irradiaba de lleno en su rostro.

Él no tenía nada especial, eso lo tenía claro.

Aunque no se consideraba una buena persona, tampoco era alguien malvado. Sus acciones, o la falta de ellas, reflejaban una apatía arraigada.

Su vida siempre había sido monótona, una rutina interminable de días iguales que se deslizaban sin sentido aparente.

Hasta que un día le diagnosticaron Cáncer de pulmón.

En ese momento descubrió que no tenía a nadie realmente cercano. Su familia lo consideraba alguien inútil, y sus únicos amigos eran virtuales.

Se había acostumbrado a la soledad, encontrando consuelo en las historias ficticias que exploraba a través la pantalla de su ordenador.

Con el tiempo, empezó a quedarse solo en casa, sumergido en su propio mundo, devorando web novels, mangas y viendo anime o series hasta altas horas de la noche.

Sin embargo, ahora se encontraba atrapado en una situación que parecía sacada directamente de una de las historias que tanto le gustaba leer.

Con un suspiro pesado, luchó por mantener la calma mientras evaluaba su situación.

Su mente trabajó frenéticamente para reconstruir los fragmentos de memoria dispersos, tratando de encontrar alguna pista sobre como había terminado allí.

El adolescente frunció el ceño, mientras una sensación de familiaridad se apoderó de su mente.

Recordaba vagamente haber decidido hacer un último viaje antes de dejar el mundo, compró un boleto para viajar en un crucero por el Caribe.

Después de partir, vio que salió el último capítulo de su Manga favorito, One Piece.

Al anochecer se dispuso leer el capítulo que dejó pendiente, cuando lo terminó solo sintió que sus párpados se cerraban lentamente, vencidos por la somnolencia.

Y cuando despertó se encontraba en esta situación, lo único que pudo pensar fue que hubo un accidente en el crucero y Naufragó.

Su destino era sucumbir ante el maldito cáncer en una cama de hospital, jamás imaginó que moriría perdido en el mar.

El adolescente se sobresaltó al sentir una extraña sensación recorrer su cuerpo, como si algo fundamental hubiera cambiado en su ser.

Al mirar su mano, se sintió aún más raro al notar que la marca de nacimiento que había tenido toda su vida había desaparecido, dejando solamente una piel lisa y sin marcas en su lugar.

Mientras exploraba su cuerpo, encontró muchos cambios y diferencias.

Su mente empezó a tambalear al tratar de entender lo que estaba sucediendo, pero antes de que pudiera llegar a alguna conclusión, una ola de recuerdos lo inundó, abrumándolo con imágenes que no eran suyas.

Al sostener su cabeza, los recuerdos se organizaron con una claridad sorprendente.

Lo primero que supo fue su identidad: Al parecer, él era una versión alternativa de Dio Brando, el mítico villano de JoJo´s Bizarre Adventure, pero este no era el Universo de JOJOS; En cambio, se encontraba en el Universo de One Piece.

El adolescente quedó boquiabierto ante la ridícula revelación, sintiendo una mezcla de asombro e incredulidad.

"Parece que el Dio de este mundo también tuvo una vida trágica, al igual que el Dio de otros universos" El adolescente murmuró, mientras trataba de asimilar toda la información que había recibido.

Dio en este mundo había experimentado una vida marcada por la pérdida desde una edad temprana. Sus padres murieron cuando era solo un niño, dejándolo solo en un mundo cruel.

Su hogar estaba en la isla de Dawn, específicamente en Gray Terminal, un enorme depósito chatarra localizado al Norte del Reino de Goa.

Gray Terminal era un lugar sombrío y peligroso, habitado por las personas pobres y los desterrados de la ciudad, convirtiéndolo en un lugar sin ley.

La tragedia alcanzó su punto máximo cuando la Familia Real de Goa planeó quemar Gray Terminal, junto con todos sus habitantes, como parte de la preparación para la llegada de un Noble Mundial.

La colaboración de la Nobleza con los Piratas Bluejam para llevar a cabo este acto despiadado demostró la crueldad de aquellos en el poder.

Los Piratas Bluejam colocaron pólvora y material inflamable alrededor de Gray Terminal, y comenzaron un incendio. Cuando las personas intentaban escapar eran asesinadas por los piratas que los esperaban.

Sin embargo, una vez que su tarea estuvo completa y el fuego comenzó a consumir el lugar, fueron traicionados sin piedad y abandonados a su suerte cuándo el Rey de Goa ordenó cerrar la Gran Puerta de Gray Terminal y dejarlos atrás en el caos que habían desatado.

Tentados por una promesa falsa de recompensas y poder, los Piratas Bluejam ahora se encontraban atrapados entre las llamas, condenados a pagar el precio de sus acciones, compartiendo el mismo destino que habían planeado para otros.

La imagen de los Piratas luchando por sus vidas mientras eran consumidos por el fuego quedó grabada en la memoria de Dio para siempre. Aunque solo era un niño en ese momento, había sido testigo de los gritos de terror y desesperación que resonaban en el lugar.

Dio logró escapar con vida gracias a la intervención de Dragon y el Ejército Revolucionario, que apagaron el incendio.

Pero sus padres no corrieron con la misma suerte y fueron asesinados por los Piratas en este terrible evento.

Sin embargo, la supervivencia no significaba seguridad ni felicidad para Dio. A la corta edad de 10 años, se encontró solo, sin amigos ni familiares que lo protegieran.

A partir de ese momento, Dio tuvo que empezar a luchar por sí mismo, buscando comida en los basureros o cuando era necesario para su supervivencia, robar en los pequeños restaurantes de la ciudad.

Sus ganas de mejorar su condición y su fuerza de voluntad finalmente lo llevaron a encontrar trabajo en el puerto, ayudando a descargar mercancías de los barcos.

Pero incluso allí, el peligro nunca estaba lejos. Hace una semana, tuvo que viajar en un Barco Mercante que se dirigía a las Islas Gecko.

Después de unos días en el mar, el Barco Mercante fue atacado por los Piratas Del Gato Negro. Aunque Dio logró acabar con varios piratas, recibió una herida en la espalda, producto de un ataque sorpresa de Buchi, que se encontraba oculto.

Al final, Dio logró huir en un Bote con una pequeña cantidad de suministros, pero sus heridas seguían empeorando y no le quedo otra manera que usar su ropa para evitar desangrarse.

Dio no tenía conocimientos de navegación y no pudo llegar a alguna isla cercana.

Lo último que quedaba de sus nuevos recuerdos era la imagen de Dio, herido y solo en el pequeño bote donde se encuentra ahora.

"Lamentablemente, Dio debe estar muerto" El adolescente sintió empatía por el joven Dio.

Había leído muchas novelas y mangas donde los protagonistas toman el cuerpo de otra persona cuando estas acaban de morir.

La idea de que uno de sus Villanos Favoritos del mundo Anime hubiera llegado a un final tan simple le resultaba difícil de aceptar.

Era irónico, había pasado horas, días e incluso semanas devorando cada capítulo de One Piece hasta ponerse al día, sumergiéndose en el mundo vibrante creado por Eiichiro Oda.

Después de tanto tiempo viendo las aventuras de Luffy y su tripulación, de alguna manera, ahora él mismo se encontraría viviendo su propia versión de esa aventura que jamás hubiera anticipado en sus sueños más salvajes.

El adolescente se encontraba atrapado en un torbellino de emociones, mientras procesaba el hecho de haber cruzado al Universo de One Piece en el cuerpo de Dio Brando.

A pesar de que One Piece es su Manga favorito, sabía que era un mundo muy peligroso para una persona normal como él.

La idea de estar atrapado en un lugar lleno de peligrosos piratas lo llenaba de ansiedad.

Aunque en el Manga y Anime no se mostrara con frecuencia, sabía que la violencia y el caos eran muy normales.

A pesar de todo el peligro, el adolescente no sentía ni una pizca de nostalgia por su vida anterior, dónde solo estaba esperando su muerte en decadencia.

Comparado a eso, este nuevo mundo era muy interesante con sus diferentes islas, razas y tecnologías, además de los Usuarios de Frutas del Diablo con capacidades increíbles.

Sin embargo, se dio cuenta de que se encontraba en una situación precaria y si no lograba llegar a una isla, solo le esperarían cosas desafortunadas.

'Debería pensar en una solución a mi problema actual y cómo sobrevivir en el futuro. No quiero convertirme en comida para peces' En medio de sus pensamientos, recordó las Habilidades Trampa que tenían los protagonistas de isekais cuando cruzaban a otro mundo.

El legendario sistema, que los ayudaba en sus aventuras facilitándoles la obtención de fuerza.

Dio sintió una oleada de emoción al pensar en la posibilidad de que también tuviera uno. Con un poco de anticipación, invocó interiormente al supuesto Sistema, esperando ver algún tipo de respuesta.

Para su desgracia, su intento fue un fracaso. No hubo señales de ningún sistema mágico o extraordinario. A pesar de sus esfuerzos desesperados probando cada método que pensó, todos resultaron en vano.

El adolescente en el cuerpo de Dio se sintió tan afligido que estuvo a punto de llorar.

"Estoy acabado." Murmuró, cargado de decepción.

Observó el horizonte con ojos sin vida, y después de un tiempo mirando a la nada, identificó la silueta de un barco en la distancia, que se dirigía hacía su ubicación.

A pesar de su agotamiento y sus heridas, una sensación de alivio se apoderó de su cuerpo mientras buscaba los remos del bote. Si tuviera energía de sobra, seguramente habría saltado de alegría y gritaría con todas sus fuerzas, para tratar de llamar la atención de los ocupantes del barco.

A Dio no le importaba si el barco estaba lleno de piratas feroces o de amables marineros. En este momento, su única preocupación es sobrevivir y curar sus heridas.

Con la poca fuerza que le quedaba, agarró los remos con firmeza y comenzó a remar hacia el Barco en la distancia. Con la mente llena de incertidumbre, rezando para que lo rescataran.

El corazón de Dio latía con más fuerza cada vez que veía al Gran barco acercándose. Sabía que su destino estaba en juego y que el próximo paso que diera podría determinar su futuro.

¡Dio estaba determinado a sobrevivir a cualquier costo!.

Solo sobreviviendo habría esperanza para el futuro.