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Platini, el legado

NecroXez
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Synopsis

Chapter 1 - ¿Soy un "Platini"?

El fútbol no era solo un simple deporte para Bruno Méndez, era su vida entera.

Desde que tenía memoria, había corrido detrás de un balón en las calles de Montevideo, soñando con llegar a ser un profesional debido a la emocion que le causa jugar este deporte.

Pero como muchos sueños, el suyo quedó enterrado por las lesiones finalmente.

Ahora, con 34 años, Bruno vivía una vida sencilla. Aunque nunca llegó a ser futbolista, seguía devoto de su pasión, especialmente hacia la Juventus, su club amado de toda la vida.

El 11 de enero de 2025, Bruno vivió otra noche intensa frente al televisor. La Juventus empató 1-1 contra el Torino en el Derby della Mole, un resultado que sintió como una derrota. Yildiz anotó un verdadero golazo para la Juve, pero Vlašić igualó el marcador en los últimos minutos del 1er tiempo. Bruno, como siempre, dejó salir su frustración en soledad, golpeando la mesa y gritando al aire.

—¡Siempre lo mismo! ¿Qué pasó con el equipo despues de la lesion de Bremer?, ESTO ES INACEPTABLE!! —gritó, con el corazón latiendo por el coraje arraigado.

Se levantó de golpe y sintió una punzada en el pecho. Ignoró el dolor al principio, pensando que era solo la frustración acumulada debido al profundo enojo. Pero cuando cayó al suelo y la visión se le nubló, supo que algo iba mal. Lo último que vio fue la bufanda de la Juventus colgada en su pared.

Antes de quedar en negro simplemente, murio de una forma verdaderamente estupida para el.

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Bruno abrió los ojos de golpe. El aire frío le golpeaba el rostro, y el techo que veía no era el de su departamento corriente en Montevideo. Era una habitación desconocida, sencilla, con muebles básicos y una ventana por la que entraba luz de la mañana muy radiantemente particular.

Confundido, se sentó en la cama y miró sus manos. Algo no cuadraba. Eran más pequeñas, más jóvenes. Se levantó tambaleándose y vio un espejo al lado de un armario. Lo que vio lo dejó paralizado.

El reflejo no era suyo. El rostro que lo miraba era el de un adolescente de cabello castaño claro y ojos vivaces. Dio un paso atrás, tocándose la cara, tratando de entender qué estaba pasando. Sobre la mesa había una libreta y varios documentos. Uno de ellos llamó su atención de inmediato:

Bastian Platini-Joubert

Fecha de nacimiento: 27 de agosto de 1999

Lugar: Nancy, Francia

El apellido lo golpeó como un balde de agua fría. Platini. ¿Esto es una broma? ¿Qué está pasando?

Revisó más papeles y descubrió que "Bastian" era un joven de 15 años que jugaba en el equipo de reservas del AS Nancy, el mismo club donde Michel Platini inició su carrera. En su cabeza, las piezas comenzaron a unirse. Había muerto… pero ahora estaba aquí, en el cuerpo de alguien más. Y no era cualquier persona: este chico llevaba el apellido Platini.

Bruno se dejó caer en la cama, mirando el techo. "¿Es esto real? ¿Es alguna especie de segunda oportunidad?" No sabía cómo ni por qué, pero algo en su interior le decía que tenía que aprovechar este momento como se debe.

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El primer día en el cuerpo de Bastian fue una mezcla de emociones. Al salir de casa, la fría brisa de Nancy le recordó que ya no estaba en Montevideo.

El frío de la mañana se colaba por las rendijas de la ventana. El pequeño apartamento dentro de las instalaciones del AS Nancy era modesto pero acogedor. Bastian, o más bien Bruno en su cuerpo, estaba sentado en la pequeña mesa de la cocina, terminando un tazón de cereales. Su cabeza seguía intentando procesar la surrealidad de su nueva vida, pero el sonido del teléfono lo sacó de sus pensamientos.

Al ver la pantalla, el nombre "Mamá" apareció resaltado. Dudó un momento antes de responder. Aunque había heredado los recuerdos y el idioma de este cuerpo, no estaba seguro de cómo lidiar con una madre que no era realmente la suya. Finalmente, deslizó el dedo y contestó.

—Bonjour, maman —dijo, con un tono que intentó sonar relajado.

—Bonjour, Bastian. ¿Cómo estás, mon chéri? ¿Dormiste bien? —La voz cálida de Martine Platini resonó al otro lado. Era el tipo de voz que solo una madre podía tener, llena de afecto y preocupación a partes iguales.

—Sí, dormí bien. Estoy... listo para entrenar —respondió, tratando de sonar como un chico normal de 15 años.

—Me alegra escucharlo. Sabes que siempre estoy orgullosa de ti, ¿verdad? —Martine hizo una pausa, como si quisiera asegurarse de que lo escuchara bien.

—Sí, mamá. Lo sé —contestó, sintiendo un leve nudo en la garganta. Aunque no era su madre real, esas palabras le llegaron de alguna forma.

Hubo un breve silencio antes de que ella continuara. —Sabes, tu padre también estaría orgulloso. Él siempre decía que tenías un talento especial, igual que Michel.

El corazón de Bruno se encogió un poco. Sabía que "su" padre, Jacques Joubert, había fallecido unos años antes. Según los recuerdos de Bastian, había sido un hombre trabajador y apasionado por el fútbol, alguien que siempre apoyó los sueños de su hijo.

—Sí… lo extraño —dijo Bruno, eligiendo cuidadosamente sus palabras.

—Yo también, cariño. Pero sé que él te está cuidando desde donde esté. Y por eso quiero que sigas esforzándote, no solo por él, sino por ti mismo. Eres un Platini, pero también eres un Joubert. Y tienes tu propio camino que recorrer.

Bruno apretó los labios, sintiendo una mezcla de emociones. Era extraño recibir este tipo de apoyo, tan diferente a lo que había tenido en su vida pasada.

—Gracias, mamá. Lo daré todo, te lo prometo.

—Eso espero, Bastian. Bueno, no te distraigo más. Sé que tienes entrenamiento. Llámame más tarde, ¿de acuerdo?

—Lo haré. Merci, maman.

Cuando colgó, Bruno dejó el teléfono sobre la mesa y suspiró profundamente. "Ella de verdad me quiere. Y yo... tengo que corresponderle."

Se levantó, recogió su mochila y se preparó para dirigirse al campo de entrenamiento. Ahora no solo jugaba por el legado Platini, sino también por esa madre que lo apoyaba incondicionalmente. El peso de la historia que cargaba sobre sus hombros era inmenso, realmente pesaban las palabras de afecto de una madre preocupada por un hijo.

Ahora, queria demostrar que ese talento heredado podía transformarse en algo aún más grande, incluso si eso podria llevar a destrozar su cuerpo si es necesario para no decepcionar a nadie.

En el camino al entrenamiento, intentó comportarse como si todo fuera normal. Los compañeros de equipo le daban saludos rápidos o asentían, sin prestar demasiada atención.

El entrenador de las reservas, Paco Rubio, lo miró con atención al llegar al campo. —Bastian, ¿estás bien? Pareces un poco… distraído —dijo mientras revisaba su lista.

—Eh… sí, claro, mister. Solo estoy algo cansado —respondió Bruno, con un francés que salió automáticamente de su boca. La naturalidad de sus palabras lo sorprendió, pero no dejó que se notara.

Durante el calentamiento, trató de adaptarse a este cuerpo nuevo. Era ágil, con buena técnica, pero aún no se sentía completamente en control. En un ejercicio de rondo, sus pases cortos eran precisos, pero al intentar un pase largo, el balón quedó corto. Uno de los veteranos, Maná dembélé, lo miró con una ceja levantada.

—Vamos, Platini, ¿dónde está ese talento que tanto hablan? —dijo con una mezcla de broma y desafío.

Bruno forzó una sonrisa rapidamente. "Paciencia", pensó. "Esto es solo el comienzo."

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Esa noche, mientras intentaba procesar todo lo que estaba pasando, una sensación extraña recorrió su cuerpo, como si algo despertara dentro de él. De repente, una interfaz apareció frente a sus ojos, como un holograma invisible.

PLANTILLA DE LE ROI, PLATINI

Debajo, un mensaje flotaba:

"La plantilla representa el talento y potencial heredado de Le Roi, Michel Platini. Actualmente desbloqueado: 0%."

Bruno frunció el ceño. Al parecer, tendría que ganarse cada punto de progreso. Más abajo, un desglose de habilidades:

Control del balón: 74 (99)

Regate: 72 (98)

Pase corto: 74 (97)

Pase largo: 76 (99)

Definición: 69 (96)

Potencia de tiro: 71 (95)

Velocidad: 69 (95)

Equilibrio: 75 (99)

Resistencia: 67 (92)

Fuerza física: 66 (86)

No eran malas estadísticas para un debutante, de hecho son muy buenas para un equipo de media/baja tabla de Eredivisie o la liga de Portugal, basicamente tenia mucho talento este cuerpo para tales estadisticas con unos simples 15 años, pero tampoco eran excepcionales para los jugadores de elite en las 5 grandes ligas. Sin embargo, las habilidades de Platini estaban ahí, esperando ser desarrolladas.

Movimientos técnicos desbloqueables:

1. Pase bombeado: Completa 20 pases largos en partidos oficiales.

2. Elástica: Driblar a 5 jugadores en partidos consecutivos.

3. Marsella: Practica la Marsella 10 veces en entrenamientos individuales.

4. Croqueta: Realiza 15 cambios de dirección efectivos durante partidos de entrenamiento o amistosos.

5. Sombrero: Supera a 3 jugadores con un sombrero en entrenamientos o partidos oficiales.

6. Ruleta inversa: Practica la técnica 10 veces bajo la presión de un defensor en sesiones individuales.

7. Amago avanzado: Realiza 8 fintas consecutivas que resulten efectivas en partidos oficiales.

8. Control orientado: Mantén la posesión tras recibir 25 pases complicados en entrenamientos de equipo.

9. Tiro con efecto: Realiza 10 tiros con curva efectiva en sesiones específicas de definición.

10. Pase de tres dedos: Ejecuta 5 pases curvados exitosos en entrenamientos tácticos o partidos amistosos.

11. Dribbling explosivo: Supera a 10 jugadores en partidos oficiales mediante aceleraciones cortas y cambios de dirección.

12. Control aéreo avanzado: Mantén la posesión tras recibir 15 balones aéreos complicados en partidos o entrenamientos.

13. Remate de volea: Realiza 8 remates efectivos en entrenamientos de definición o amistosos.

14. Autopase: Supera a 5 rivales utilizando un autopase en entrenamientos o partidos amistosos.

15. Tacón hacia adelante: Ejecuta esta técnica 10 veces en entrenamientos técnicos bajo presión defensiva.

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Al dia siguiente, despues de un muy buen sueño

El vestuario de las reservas del AS Nancy estaba lleno de ruido. Los jugadores se preparaban para la sesión de entrenamiento matutina: algunos ajustándose las botas, otros bromeando o intercambiando comentarios sobre el partido más reciente.

Bastian, o más bien Bruno en su cuerpo, trataba de mantenerse al margen mientras se colocaba las espinilleras y ajustaba las cintas de sus botas. Su cabeza estaba dividida entre los recuerdos de este cuerpo y la nueva realidad que debía afrontar. Era joven, pero ya estaba en las reservas de un equipo profesional. Eso significaba que tenía que estar a la altura, no solo como jugador, sino como alguien que debía ganarse el respeto de sus compañeros.

El capitán del equipo, Adam Beldjiali, se acercó con una sonrisa amistosa. —Eh, Platini, ¿estás listo para hoy? Vamos a trabajar los pases largos y los cambios de ritmo. Tu fuerte, ¿no? —dijo, dándole un ligero golpe en el hombro.

—Sí, claro —respondió, intentando sonar seguro, aunque en su interior sentía una leve presión.

Cuando salieron al campo, el aire fresco golpeó sus rostros, y el entrenador Paco Rubio ya estaba dando instrucciones. —Hoy quiero que trabajen como si fuera un partido real. Cada error cuenta, pero también cada acierto. Recuerden: la intensidad define quién se queda y quién no.

La sesión comenzó con un rondo, y Bastian intentó concentrarse en sus movimientos. Se dio cuenta de que sus pases cortos eran consistentes, pero necesitaba ajustar la potencia en los largos. A pesar de todo, logró mantener un buen ritmo y recibió algunos comentarios positivos del entrenador.

Luego vino un ejercicio de definición. Los jugadores debían recibir un pase al borde del área y rematar sin detenerse. Bastian recibió el balón, lo controló con el interior y disparó con un giro sutil, enviando el balón al ángulo superior derecho. Un par de compañeros silbaron en aprobación, pero él sabía que era más suerte que técnica.

—¡Bien hecho, Platini! Pero quiero ver eso más seguido —dijo Keller, con un tono que mezclaba alabanza y exigencia.

Hacia el final del entrenamiento, mientras trabajaban en movimientos específicos, Bastian sintió algo diferente. Al intentar una Marsella para superar a un defensor, el giro le salió más fluido de lo que esperaba. Fue como si algo en su cuerpo se desbloqueara, una conexión entre los recuerdos de este cuerpo y su instinto natural.

El sistema apareció brevemente frente a él:

"Marsella: 1/10 prácticas realizadas para obtener el movimiento."

Bruno sonrió para sí mismo. Ahora entendía que cada pequeño logro era parte de algo más grande. Tendría que trabajar duro, pero el progreso estaba al alcance de sus pies, literalmente.

Cuando terminó la sesión, los jugadores se reunieron en el centro del campo mientras Paco Rubio daba las últimas indicaciones.

—Buen trabajo hoy. Algunos necesitan mejorar en la precisión, pero en general estoy satisfecho.

Recuerden que el partido amistoso del próximo fin de semana será una prueba para todos. Quiero ver quién está listo para dar el siguiente paso en este equipo.

Bastian tomó una toalla y limpió el sudor de su frente. Sabía que este amistoso sería su primera oportunidad real para mostrar que no era solo "otro Platini". Era un Joubert también, con su propio estilo y determinación. La jornada había terminado, pero el verdadero trabajo apenas comenzaba.

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Bastian volvió a su pequeño apartamento dentro de las instalaciones del AS Nancy después de un largo entrenamiento con las reservas. La habitación era sencilla: una cama, un escritorio, una pequeña cocina y un armario. Todo lo que un joven futbolista necesitaba mientras buscaba abrirse camino en el mundo del fútbol.

Dejó caer su mochila al lado de la cama y se sentó a quitarse las botas, todavía manchadas de tierra. El entrenamiento había sido especialmente duro ese día; el entrenador les había puesto a practicar pases largos y rondos a alta intensidad. Aunque sus compañeros eran mayores y físicamente más desarrollados, había conseguido mantener el ritmo.

Mientras repasaba mentalmente los ejercicios realizados, el sistema volvió a aparecer frente a él, con su característico diseño sencillo pero claro.

Estadísticas actuales:

Actitud ofensiva: 71 (96)

Control del balón: 74 (99)

Regate: 72 (98)

Conservacion del balon: 74 (99)

Pase corto: 74 (97)

Pase largo: 76 (99)

Definición: 69 (96)

Cabeceo: 60 (82)

Tiros libres: 67 (99)

Efecto: 69 (96)

Velocidad: 69 (95)

Aceleracion 73 (97)

Potencia de tiro: 71 (95)

Salto: 64 (83)

Contacto fisico: 59 (86)

Equilibrio: 75 (99)

Resistencia: 67 (92)

Actitud defensiva: 44 (71)

Compromiso defensivo: 49 (77)

Tackle: 50 (72)

Agresividad: 44 (73)

El sistema también mostraba un registro de logros desbloqueados, aunque por ahora la lista estaba prácticamente vacía. Apenas había conseguido un par de mejoras desde que despertó en este nuevo cuerpo.

Logros completados:

Primer entrenamiento completado: +1 punto en resistencia (66 → 67).

Próximos objetivos:

Primer pase largo perfecto en entrenamiento: +1 punto en pase largo.

Primera asistencia en un partido interno: +1 punto en pase corto.

Primer gol en un partido interno: +1 punto en definición.

Bastian suspiró. Todo estaba diseñado para recompensar el esfuerzo constante. Aunque había comenzado con habilidades naturales que destacaban, todavía estaba lejos de convertirse en el jugador que quería ser.

Antes de dormir, decidió revisar algunos videos de Michel Platini. Observó la precisión de sus pases largos y la calma con la que controlaba el balón bajo presión. "Todavía me falta mucho", pensó, pero una pequeña chispa de motivación se encendió en su interior.

Apagó la luz y se recostó en la cama, soñando con lo que le depararía el siguiente entrenamiento.

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Al día siguiente

El sonido del silbato del entrenador resonaba en el campo. Bastian estaba en medio de un rondo con otros cinco jugadores. Los toques rápidos de balón se sucedían, y aunque al principio le costó seguir el ritmo, poco a poco comenzó a destacar. En un momento dado, logró un pase perfecto entre dos rivales para devolver el balón a un compañero.

—¡Bien hecho, Joubert! —gritó el entrenador desde la banda, anotando algo en su libreta.

Después del rondo, pasaron a ejercicios de pases largos. Este era el área donde Bastian sentía más confianza, gracias a los reflejos y la memoria muscular que parecía haber heredado de su tio Platini. Logró conectar tres pases precisos a más de 30 metros de distancia, pero el cuarto se desvió por un mal posicionamiento.

El sistema apareció brevemente, notificándole un nuevo logro

Logro desbloqueado:

Primer pase largo perfecto en entrenamiento: +1 punto en pase largo (76 → 77).

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Tras terminar el entrenamiento, Bastian se dirigió a las duchas, sintiendo el cansancio en cada músculo. Sus compañeros, todos mayores que él, lo saludaron con un respeto tranquilo. Aunque apenas era un chico de 15 años, ya había demostrado que tenía talento y, sobre todo, determinación.

De vuelta en su apartamento, se sentó a cenar una sencilla comida preparada por él mismo. Mientras comía, repasó mentalmente lo aprendido ese día: cómo posicionar mejor el cuerpo para los pases largos y cómo anticipar los movimientos de los rivales en el rondo.

Antes de acostarse, revisó nuevamente su sistema.

Estadísticas actuales:

Control del balón: 74 (99)

Regate: 72 (98)

Pase corto: 74 (97)

Pase largo: 77 (99)

Definición: 69 (96)

Potencia de tiro: 71 (95)

Velocidad: 69 (95)

Equilibrio: 75 (99)

Resistencia: 67 (92)

"Un punto solamente ahora, es normal para ser logros, no puedo esperar mas si son mejoras a largo plazo", pensó antes de apagar la luz.

Fin de este capitulo.

(por cierto, pueden ayudarme a guiarme mejor sobre la FCA 2, es amateaur debido a que esta en Nancy B, pero agradeceria consejos sobre como redactar mejor una situacion, aun no me ejemplifico bien y puede entenderse mal)

psdt: lamento lo rapido que esta siendo la historia pero es para hacer mas largos los capitulos despues, ya que realmente me parecio curiosa la idea de hacer una historia asi, y estaba cansado de los chinos que nacionalizan este hermoso deporte al final por lo que acabo decepcionado.