Wood city estaba hundida en pánico tras la explosión en el mercado negro, no solo destruyó tuberías del alcantarillado, hizo pedazos una parte de la ciudad, en realidad murieron muchas más personas de las que Aleksander pensaba, pero a los "altos mandos" ni a los gobernantes les importaba eso ya que lo hicieron por un bien para ellos, tratar de capturar a la posible reencarnación del Guerrero fénix aunque por esa explosión quisieron tomar la decisión fácil de eliminarlo rápido sin importarles las vidas de inocentes que se llevarían a cambio.
Los mercenarios oscuros acordonaron la zona e iniciaron operaciones de búsqueda sobre los cuerpos sin vida para ver si encontraban su preciado objetivo, movieron escombro tras escombro pero obviamente no encontraron al objetivo, informaron inmediatamente a sus superiores y comenzaron a desplegar más tropas en los alrededores para encontrarlo. La población entera de wood city pasó del pánico a la furia y arremetió contra los mercenarios oscuros, estaban hartos del gobierno de William, del olvido en donde los tenían, de la decadencia, de las injusticias y del aprovechamiento que había surgido desde que la luna y el sol ya no se encontraban, no contaban con armas pero tomaban lo que sea, pero rápidamente para evitar una posible revolución un William cansado ordenó a la población de inmediato un toque de queda por los altavoces de la pobre ciudad y se les ordenó a los mercenarios oscuros disparar a matar a cualquier persona que vean en ese momento, no lo dudaron ni un segundo y dispararon al azar, rápidamente la furia de las personas regreso al pánico en un abrir y cerrar de ojos, las personas buscaban refugio en donde sea, algunas personas daban refugio en sus hogares a desconocidos para que no murieran otros no los dejaban entrar y aseguraban las puertas para evitar que las rompieran, era un completo caos y así más gente inocente murió.
En la guarida de Illika solo se escuchaba a la lejanía los disparos y gritos de desesperación, el grupo sabía que se tenían que largar de ahí, que en cualquier momento algunos mercenarios oscuros los encontrarán, Helena e Illika guardaron en mochilas supervisiones y equipo para sobrevivir, Helena seguía desconfiando de Illika pero no tenía algún otro aliado, si es que a él se le llama aliado.
Mientras tanto Aleksander trato de entrar en si, seguía abatido por aquel suceso pero al ver a su hermana sabía que tenía que levantar su espíritu, trato de guardar comida en su mochila, dio tres pasos y giró su cabeza hacia un orificio, se acercó para tratar de observar lo que había del otro lado, inmediatamente maldijo su curiosidad al ver a la ciudad más dañada de lo que estaba, vio incendios, la parte derrumbada de la ciudad por la explosión, el escuchar disparos y gritos lo abrumó, la poca fuerza de voluntad que le quedaba se esfumó, se sentía inmensamente culpable y comenzó a tener pensamientos intrusivos relacionados a qué debió de haberse entregado desde un principio, que si lo hubiera hecho no hubieran muerto personas inocentes, Aleksander se quedó en medio de la habitación con una mirada vacía, parecía un muñeco de trapo hasta que sintió una mano fuerte y cálida sobre su hombro.
-No estás solo.
Aleksander después de escuchar esas palabras volteo lentamente detrás de él y vio a su hermana directamente a sus ojos, a comparacion de el, sus ojos estaban tristes pero albergaba una voluntad de fuego sorprendente, Aleksander recordó aquel momento en su niñez donde lo molestaban los niños de su antiguo vecindario por ser adoptado, lo excluían, sintió la mano de su hermana en el hombro y fue protegido de los demás que lo herían física y emocionalmente, veía como se pelaba por él aunque no fueran hermanos de sangre, admiraba a su hermana por la fuerza extrema que tiene física y mentalmente, para él su hermana alberga espíritu inquebrantable.
Aleksander siente como una lágrima recorre su mejilla y se quiebra mentalmente.
-Todo esto es mi culpa, si me hubiera entregado nada de esto hubiera pasado - dice entre un mar de lágrimas.
-No es tu culpa - menciona Illika a lo lejos.
Rápidamente la mirada de Aleksander voltea hacia Illika con furia y camina hacia él velozmente.
-¿Tú sabías algo no? con todo eso de tus estúpidos tratos y yo siendo tu fuente de ingresos - agarra a Illika de su camisa y lo estampa contra la pared.
-Aleks yo no sabía nada de eso, esto no debió de pasar, no pensaba que los altos mandos tomarían tal decisión atroz, mi plan….
-Tu plan, ¡tu maldito plan se fue al carajo!
-Aleks, sé que Illika es un imbécil pero no es momento de pelear, todos los mercenarios oscuros nos están buscando, hay que largarnos de aquí.
-¿Que ahora estás de parte de este estúpido?
-No, también me están buscando a mí, nos buscan a los tres, así que por favor Aleks, mantén tu furia guardada un momento.
Aleksander se aparta un momento de Illika tratando de recuperar su compostura. Los tres siguen guardando provisiones para largarse rápidamente de ahí, de un momento a otro escuchan como tratan de romper la entrada al alcantarillado.
-Hay que largarnos de aquí ya - dice Helena apresurada.
El grupo corre rápidamente a la salida que da al bosque para esconderse de los mercenarios oscuros, Helena va por delante, Aleksander la sigue e Illika se queda detrás de un gran árbol, observa cómo cada vez más mercenarios oscuros rodean lo que era su guarida.
-Illika ¿Ahora que carajos intentas hacer?- le susurra Aleksander de forma desconfiada.
-Baja más la voz llorón, me despido de lo que fue mi hogar por mucho tiempo, tantos recuerdos ahí, es difícil pero iba a pasar - menciona mientras levanta una carta roja con su mano.
Illika apunta hacia otra carta que había puesto en la entrada de su guarida y lanza la que tenía en su mano ocasionando otra gran explosión asesinando a los mercenarios oscuros que se encontraban dentro y creando distracción para ganar tiempo e irse de ahí sin ser vistos.
-Más muertes, ¿por qué Illika?
-Son mercenarios oscuros idiota, son nuestros enemigos, a partir de ahora son ellos o nosotros, ¿Que creías? ¿Que tú pequeña travesía no traería desgracia? Adivina qué, la vida no es como esperas que sea, la vida juega con uno y nos golpea hasta más no poder, tienes que lidiar con esos golpes….
Aleksander lo interrumpe dándole un puñetazo en la cara -ya lo sé imbécil, solo cállate.
Ambos alcanzan a Helena en silencio, ninguno de los dos se dirigió más la palabra ese día.
-¿Que fue esa explosión? - pregunta Helena desconcertada.
-Illika voló su guarida, solo sigamos caminando.
Helena quedó sorprendida por lo que le dijo Aleksander, observó a Illika y prefirió quedarse callada. El grupo caminó un gran tramo en el bosque, sin rumbo alguno tratando de perder al grupo de búsqueda de los mercenarios oscuros, hasta que cayó la noche y todo era oscuridad total, ni la luz de la luna se podía observar claro está que hace mucho tiempo que ya no se puede observar, al percatarse de que ya no había señales de que los estuvieran buscando decidieron acampar, Illika encendió una fogata con ayuda de una de sus cartas, abrieron latas de comida para calentarlas al rededor de las fogatas y cenaron en silencio.
-¿Ahora a dónde iremos? Pregunto Aleksander observando con un vacío hacia el fuego.
-Tengo una idea -dice Illika mientras seguía comiendo.
-¿No implica más de tus estúpidos tratos verdad? - pregunta Helena con sospecha.
-Para nada, se los digo con todo el poco honor que me queda.
-¿Y cuál es? - pregunta Aleksander desconfiado.
-Ir hacia cloud city.
-Tú estás loco de remate, ahí es tierra de nadie -le dice Helena.
-Podrá ser tierra de nadie pero fue en donde crecí, además conozco a alguien ahí que quizá pueda ayudar a Aleks.
-Ahora comprendo de dónde sacaste tu personalidad tan fea y vaga, ¿que opinas Helena? -responde Helena inmediatamente.
-Que sí está bien fea y vaga -dice Aleksander con media sonrisa en la cara
-Aparte de eso, de ir a cloud city, no tenemos opción y es el único aliado que tenemos aunque no haya parecido -aguantándose un poco la risa.
-Me da igual -menciona Aleksander con seriedad - me iré a dormir.
-Bueno mañana tenemos un ligero recorrido para llegar hacia cloud city, duerman bien y recuperen sus fuerzas jovenzuelos que verán la tierra que me vio crecer -menciona Illika con bastante ánimo que salió de repente, aunque los hermanos ya se habían acostado y cerrado los ojos, lo habían ignorado totalmente.
A la mañana siguiente, los tres se levantaron a primera hora, recogieron y trataron de eliminar cualquier rastro para evitar ser seguidos e iniciaron su recorrido por el bosque, Illika iba por delante obviamente ya que solo él sabía el camino, Helena y Aleksander lo seguían de cerca aunque muy desconfiadamente, estaban atentos a cualquier maldito movimiento que hiciera el, cualquier señal que hiciera y los tendría sobre él, en algún momento dejaron de ver flora verde para ver ahora solo un montón de formación rocosa y empezaron a subir inclinaciones tras inclinaciones hasta toparse con una gran formación rocosa.
-Bien hemos llegado -menciona mientras lleva sus manos a su cintura y hace una pose de victoria.
-¿De qué carajos hablas Illika? Solo veo una gran montaña cubierta con nubes, y eso que llevamos caminando inclinaciones un gran rato.
-Bueno ¿Por qué creen que se llama cloud city? La ciudad está en la montaña, cubierta por nubes, hay que escalar para llegar -lo dice con tanta naturalidad y normalidad.
-Vete al diablo Illika, ¿Quién está tan demente como para fundar una ciudad en una montaña y no poner algún ascensor o escaleras? -dice Aleksander mientras observa la gran montaña.
-Personas excluidas de las ciudades, criminales, etcétera, etcétera, por eso es tierra de nadie.
-Definitivamente estás demente Illika -menciona Helena con cansancio.
-Bueno el tiempo apremia, hay que empezar a escalar o si no nos encontrarán más rápido de lo que creemos - menciona con un poco de alegría aunque también se observa cansado por el gran tramo que caminaron.
-¿Por qué eres el único que está con el mejor humor siempre? Vamos hermano.
-Si, bueno que va.
El grupo empezó a escalar la gran montaña, cada vez más se les agotaba la energía y sentían que no podían subir más o que se iban a resbalar pero si se rendían los seguía una muerte segura y eso no lo quería nadie hasta que por fin llegaron a una superficie plana y el equipo cansado se tira al piso para tratar de descansar.
-Carajo ¿Cuánto nos falta? Pregunta Helena
-¿De qué hablas? si ya llegamos -responde Illika orgullosamente.
-Pero no se ve ni una mierda, solo niebla- menciona Aleksander observando hacia enfrente.
-Bueno, técnicamente cloud city está cubierto por nubes o neblina, es casi lo mismo pero tienen diferencias, no entraré en contexto me da flojera, solo caminemos un momento más y llegaremos a la entrada.
Aleks y Helena se levantan del piso con la poca fuerza que les quedan y caminan hasta que ven cómo se forma un letrero carcomido de madera, sin algún cuidado, en el cual se puede llegar a leer "Bienvenidos a Cloud City".