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¿Como Te Digo Que Me Gustas?

Kiruya
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Synopsis

Chapter 1 - El Caos de las elecciones

Era un 10 de octubre cualquiera, pero para los estudiantes de la secundaria Seiryu, ese día no era como los demás. En la secundaria Seiryu, una escuela conocida por sus excentricidades y actividades divertidas, el día de elecciones para los representantes de clase se había convertido en una tradición que todos esperaban con ansias. Cada clase debía elegir a sus representantes para decidir las actividades que organizarían: un maid café, pesca, comida, casa del terror... una serie de eventos que requerían una cantidad significativa de energía, pero que también prometían risas y buenos momentos.

Nos adentramos en la clase 2-B, donde nuestros dos protagonistas se encontraban en medio de un caos controlado. Los estudiantes discutían acaloradamente sobre qué actividad sería la más popular y quién debería ser el representante para cada una. Entre todos los estudiantes, había dos que destacaban, no necesariamente por sus habilidades de liderazgo, sino por su torpeza y el modo tan peculiar en que se relacionaban con los demás. Estos eran Yuto Kuroda y Saki Fukui.

Yuto Kuroda:

Yuto era un chico de complexión media, con un estilo relajado pero algo desordenado. Su cabello, de color negro, caía en mechones desordenados sobre sus ojos marrones. A menudo, se encontraba con las gafas ligeramente torcidas, como si su mente estuviera constantemente en otro lugar, buscando la manera de evitar conflictos o, simplemente, la forma de pasar desapercibido.

Con una expresión seria pero amable, Yuto era conocido por su naturaleza callada, pero no se podría decir que fuera distante. De hecho, sus compañeros lo apreciaban por su calma en medio del caos. Sin embargo, cuando se trataba de ser el centro de atención, él se convertía en una bola de nervios. Su torpeza social a veces lo hacía vulnerable a las bromas de sus compañeros, pero su buena voluntad y su torpeza encantadora lo mantenían fuera de problemas graves. En este día de elecciones, parecía más incómodo que nunca, ya que no tenía idea de cómo iba a manejar las elecciones para las actividades, y mucho menos cómo hablar frente a sus compañeros.

Saki Fukui:

Saki, por otro lado, era todo lo contrario. Una chica con cabello corto y oscuro que siempre se peinaba de manera impecable. Su estilo era más de lo que podrías esperar de alguien que tenía una personalidad decidida: una chaqueta ligera, una camisa con suéter y una bufanda que siempre llevaba en tonos claros, casi como una mezcla entre casual y arreglada. Sus ojos, de un verde esmeralda brillante, siempre estaban atentos a todo lo que sucedía a su alrededor, como si tuviera una mirada penetrante que no perdiera ni el más mínimo detalle.

Era extrovertida y llena de energía, aunque un tanto dispersa cuando se trataba de tomar decisiones importantes. Tenía una gran capacidad para liderar, pero sus métodos a menudo involucraban ideas excéntricas que dejaban a sus compañeros un tanto confundidos. Y a pesar de su naturaleza extrovertida, no podía dejar de sentirse nerviosa cuando las cosas no salían según lo planeado. El día de las elecciones era una oportunidad para brillar, pero con todo lo que implicaba, Saki no podía evitar preguntarse si realmente tenía lo que se necesitaba para ser parte de los representantes, o si simplemente sería una de las tantas personas que desearían estar en otro lugar.

La Elección de los Representantes

La campana sonó, marcando el inicio de la jornada de elecciones. Los estudiantes se reunieron en el centro de la clase 2-B, mirando expectantes la caja que estaba sobre el escritorio del maestro, una caja pequeña pero bien decorada, llena de papeles que contenían los nombres de cada uno de los estudiantes. La idea era sencilla: los papeles con los nombres serían sacados al azar para designar a los representantes de las actividades. Cada actividad tendría dos responsables, los cuales serían elegidos por este sistema.

— ¡Vamos, chicos! ¡A ver qué suerte nos toca! — Exclamó Saki, tomando la iniciativa. Sus compañeros la miraron un tanto sorprendidos, ya que aunque era extrovertida, el peso de ser elegida la inquietaba en cierto modo.

Yuto, por su parte, estaba tan nervioso que no podía dejar de frotarse las manos. Había escuchado rumores de que la elección era completamente al azar, pero aún así, la idea de ser elegido para liderar una actividad lo aterraba. Sabía que si le tocaba, tendría que coordinarse con alguien, y eso implicaba hablar con más personas de las que solía hacerlo en un día normal.

El maestro, un hombre de mediana edad con gafas de montura gruesa, se acercó a la caja y comenzó a sacar los papeles uno por uno. Los estudiantes miraban ansiosos, algunos con una sonrisa nerviosa, otros con los dedos cruzados esperando que su nombre no fuera llamado.

Primero... — dijo el maestro mientras sacaba el primer papel — Yuto Kuroda.

Yuto palideció, sintiendo una mezcla de sorpresa y terror. Los ojos de todos se posaron en él, y aunque no quería ser el centro de atención, la mirada de todos lo hacía sentirse aún más incómodo.

Saki, al ver su expresión, no pudo evitar reírse levemente, no de manera burlona, sino como un intento de aliviar el ambiente tenso.

¡Vaya, Yuto! ¡Te tocó! — exclamó, dándole una palmadita en la espalda.

El chico apenas pudo responder con un débil "eh, sí", mientras trataba de calmar sus nervios. La idea de liderar un evento lo estaba abrumando.

El maestro continuó sacando los papeles.

Y el siguiente... Saki Fukui.

¡¿Yo?! — Saki casi saltó del asiento, sorprendida y entusiasmada a la vez. — ¡Esto va a ser increíble!

Con el nombre de Saki también pronunciado, la clase 2-B se llenó de murmullos. Mientras los dos elegidos intercambiaban miradas nerviosas, el maestro les indicó que se acercaran a la mesa.

— Bueno, parece que ambos tendrán que trabajar juntos. ¿Cómo planean dividirse las tareas?

Saki, con su energía contagiante, rápidamente se ofreció para tomar el mando de todo el proyecto, mientras que Yuto, mirando su hoja con una mueca de incertidumbre, simplemente asintió, incapaz de decir mucho más. Y aunque no lo sabía, ese día, comenzaba una relación mucho más cercana con Saki de lo que él habría imaginado.

— Vamos a hacer todo lo posible para que sea un éxito — dijo Saki, con una confianza que le transmitió a Yuto.

El caos de las elecciones ya había pasado, pero para Yuto y Saki, los verdaderos retos apenas comenzaban.