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Siguiendo a Song Ziqiao, los dos hombres que habían venido ahora fruncieron el ceño. En cuanto a la obtusidad de Li Yifei, realmente estaban desconcertados. Sabían que si el asunto estallaba, no sería bueno. Si Li Yifei pudiera aceptar los términos de Song Ziqiao, esa sería una mejor manera de manejar la situación. Si realmente trajeran a la Oficina de Seguridad Pública y alguien armara un alboroto, con lo avanzado que está el internet hoy en día, una vez que se difundiera en línea, las cosas serían difíciles de manejar.
Pero con Song Ziqiao tan enojado, no podían persuadirlo; de lo contrario, definitivamente lo ofenderían. Así que, todo lo que podían hacer era realizar la llamada.
Sin embargo, el teléfono de Li Yifei sonó primero. Era Xu Yingying quien llamaba. Él contestó de inmediato, diciendo alegremente:
—Presidente Xu, ¿qué sucede?
